Un equipo pesado al que le ha faltado gol para tener opciones de fase de ascenso hasta el último momento. Un equipo muy serio en defensa que ha convertido la mayoría de sus encuentros en muros de lamentaciones para el equipo contrario. Un equipo cuyo éxito comienza por una labor defensiva completísima, de las mejores del grupo IV a pesar de no contar con una plantilla poderosa. Un equipo, el Club Deportivo Roquetas, que se convierte en la próxima amenaza cadista con el recuerdo de la victoria almeriense por la mínima en el Antonio Peroles.

El Roquetas no es un conjunto potente que deba asustar al Cádiz. No es desde la pasada jornada un enemigo en la pelea por la fase de ascenso. Y no es el coco del grupo IV, pero sí un equipo al que sólo el Betis B (2-0) y el Jaén (3-0) han sido capaces de marcarle más de un gol cuando juega como visitante. Murcia (0-0), Ceuta (1-1), Sevilla Atlético (1-1), San Roque de Lepe (1-0) y Puertollano (0-0), por destacar a los conjuntos de mayor potencial, han sentido al mejor Roquetas como visitante; ese equipo que da forma a la angustiosa sensación de ser misión imposible doblegarle y que sólo la escuadra lepera fue capaz de tumbar.

El Roquetas exhibe una disciplina y una concentración casi perfectas cuando juega cerca de su portero. No se desespera aunque el balón sea en un alto porcentaje propiedad del otro equipo y trata de golpear echando mano de efectividad en sus contadas llegadas a la portería contraria.

Clasificarse para la Copa del Rey es el único objetivo conocido que le queda al Roquetas, aunque jugar en un Carranza que presentará una gran entrada podría intimidar a sus jugadores.