Resulta de lo más extraño que después de siete jornadas de Liga, Raúl López tenga todas sus casillas a cero. No ha debutado en la Liga y sigue pagando con la suplencia la lesión que le ha fastidiado parte de la pretemporada y el inicio de la competición. La suerte está siendo esquiva en las últimas temporadas con el bravo lateral izquierdo.

Pero Raúl López tiene completamente superada la dolencia del verano y aguarda ansioso a la llamada del entrenador. Ya estuvo cerca el pasado sábado, cuando se produjo la expulsión de Cifuentes.

Habla de lo que más desea en estos momentos para sentirse de nuevo un futbolista útil. "La lesión está ya olvidada y estoy deseando volver a jugar con el equipo", admitiendo que "con la expulsión de Cifuentes -ante el Betis B- estuve calentando muchos minutos con la esperanza de entrar, pero al final no pudo ser".

La situación del jugador de la actual plantilla que lleva más años de amarillo es, por momentos, casi límite ante el deseo de salir al terreno de juego. De ahí a que piense seriamente la posibilidad de jugar a pierna cambiada. "Lo que quiero es jugar. Me da igual en la banda derecha o en la izquierda porque quiero hacerlo lo mejor posible en cualquier posición", indicó ante la posibilidad de suplir a Cifuentes en la lateral derecho.

Como suele ocurrir todos los años, Raúl ha sido uno de los mejores en las pruebas físicas, su fuerte desde que juega al fútbol y la mejor carta de presentación para Risto Vidakovic. "Estoy con una ilusión enorme y con las mismas ganas que el primer día. Debo seguir trabajando y esperar a que llegue el momento", apostilló.

Repasando la trayectoria del equipo en la competición liguera y las causas que llevaron a perder ante el Betis B, Raúl cree que no va a afectar lo ocurrido porque "el equipo está bien y no salió tocado de ese partido". "Pienso que fue sólo un tropiezo y ya pensamos en ganar al Poli Ejido. Los puntos lo arreglan todo", concluyó el defensa jerezano del Cádiz.