El año 2020 no puede arrancar de manera más extraña para todos en general y el Cádiz CF en particular. Un encuentro de Liga después del periodo vacacional de Navidad (el pasado día 4 frente a la Ponferradina) y de pronto se cuela como invitado la Copa del Rey para desplazar del fin de semana al campeonato doméstico. Todo muy deslavazado, con piezas mezcladas sin el más mínimo orden. Pero es lo que hay.

El líder aparca sus importantes quehaceres ligueros para centrarse por un instante en un torneo copero que le conduce hasta La Rioja en un fin de semana atípico. El conjunto amarillo sigue en modo viajero en el nuevo año y tras pasar por territorio leonés (empate a cero) ahora visita Las Gaunas para medirse a la Unión Deportiva Logroñés a partir de las ocho de la tarde sin la presencia cámaras de televisión en directo. Un encuentro entre líderes no ha suscitado el interés suficiente de ningún operador y el apagón es un hecho por increíble que parezca.

El duelo correspondiente a la segunda eliminatoria se dilucida a partido único, de ahí que tenga como escenario el estadio del equipo que milita en una menor categoría. No hay margen de error y tiene que haber un vencedor en 90 minutos, 120 en caso de prórroga o a través de la tanda de penaltis si permanece la igualada.

Los dos equipos coinciden en que en el cruce anterior dejaron en la cuneta a rivales asturianos. El Logroñés tumbó (2-1) al Marino de Luanco (grupo I de Segunda B) y el Cádiz se deshizo (0-1) del Lealtad (líder del grupo II de Tercera División) con un gol salvador de David Querol en la recta final del partido.

La escuadra gaditana afronta un examen harto complicado pese al escalón existente entre los contendientes. El ocupante del trono de Segunda División A (quince capítulos consecutivos en el enclave más alto) se cita con el líder del grupo II de Segunda B e indiscutible candidato al ascenso.

El papel de favorito recae sobre los visitantes, aunque a priori las fuerzas se equilibran con la condición de local de los riojanos. Si hay algún torneo que siempre está aparejado a las sorpresas es la Copa del Rey.

La bifurcación de la competición aboca a una duplicación del trabajo. La preparación del Cádiz CF está enfocada al envite copero pero sobre todo al compromiso contra el Mirandés de la 23ª jornada que se disputa el próximo miércoles en el estadio Carranza desde las nueve de la noche.

La prioridad absoluta es la Liga (la batalla por el ascenso) y la alineación que Álvaro Cervera desplegará en Logroño estará marcada por las rotaciones. El sentido común se abre paso y los jugadores que acumulan más minutos rebasado ya el ecuador de la temporada tendrán descanso. Si acaso alguna excepción. Algunos de los titulares se quedaron fuera de la convocatoria.

Los numerosos movimientos que se atisban en el once tienen una doble intención. La primera, evitar el desgaste. La segunda, poner en liza un equipo ensamblado que sea capaz de pelear por el billete para la siguiente ronda. El Cádiz CF quiere llegar lo más lejos posible en un torneo que no se le da mal del todo en la historia reciente.

Es el turno de jugadores pocos habituales sobre el césped como David Gil, Carlos Akapo, Yann Bodiger… Estarán acompañados por otros que no podrán participar contra el Mirandés al pesar sobre ellos una sanción que sólo afecta a la Liga, como los casos de Fali, Luismi Quezada y Jon Ander Garrido. Dos de ellos, puede que los tres, serán de la partida.

Las principales dudas aparecen en ataque, zona para la que Cervera dispone de múltiples opciones: David Querol, Caye Quintana, Nano Mesa… Y Jorge Pombo. El primer refuerzo del mercado invernal tiene papeletas para debutar de manera oficial, aunque la incógnita es si lo hace desde el primer minuto o entra en la segunda parte. Como hizo en primer choque copero, el técnico podría empezar con dos puntas.

Aunque cambien las piezas, la filosofía es la misma. Las posibilidades de los amarillos de acceder a la siguiente fase pasan por la intensidad y la eficacia del sistema defensivo ante un adversario que parte con varios factores estimulantes: se enfrenta a un equipo de una categoría superior que además es el líder de Segunda División A, y además lo hace rodeado de una afición que se dispone a empujar de lo lindo.

La exigencia es mucho mayor que el enfrentamiento con el Lealtad. Es necesaria la versión más solvente del conjunto de Cervera, alejada de los errores, para que pueda seguir adelante en un torneo convertido en una especie de ruleta rusa con un solo duelo a vida o muerte. Eso sí, no hay presión como en la Liga.

El entrenador del Logroñés, Sergio Rodríguez, ha convocado a los 21 jugadores disponibles y todo apunta a que también hará rotaciones en el once porque el próximo miércoles se enfrenta al Alavés B en la Liga.

La alineación del Cádiz CF podría estar formada por David Gil, Akapo. Fali, Rhyner, Quezada, Garrido, Edu Ramos, Iván Alejo, Javi Navarro, Querol y Nano Mesa o Caye Quintana.

El once del UD Logroñés estaría compuesto por Pablo Fid, Iago, Gorka Pérez, Míchel Zabaco, Paredes, Errasti, Jaime Sierra, Javi Álamo, Ñoño, Rayco y Roni.Árbitro: López Toca (cántabro).

Estadio: Las Gaunas (20:00)