Los estatutos vigentes del Cádiz Club de Fútbol SAD vetan que los integrantes de su consejo de administración puedan asignarse un sueldo a cargo de la entidad, pero dos de los tres consejeros que lo conforman en la actualidad percibieron elevadas cantidades durante la temporada anterior, la 2016/17, según viene recogido en las cuentas de ese ejercicio, las cuales fueron aprobadas en la junta de accionistas del último 23 de diciembre.

En concreto, en el apartado denominado Operaciones con partes vinculadas se certifica que la sociedad anónima deportiva abonó la campaña pasada la cantidad de 171.000 euros a Calambur Intermediaciones SL mientras pagó un total de 156.750 euros a Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz.

Cabe recordar que Calambur Intermediaciones SL es una de las empresas íntimamente ligadas a Quique Pina y que al frente de la misma figura como administradora su hermana, Elena Pina. Por cierto, la conexión de Calambur Intermediaciones SL con el Cádiz no es reciente pues ya desempeñó la gestión deportiva del club amarillo en la campaña 2011/12. La segunda etapa de vinculación entre esa empresa de la familia Pina y la sociedad anónima deportiva de la capital gaditana arrancó después de que Locos por el Balón se hiciera con el paquete mayoritario de acciones en la polémica subasta de diciembre de 2013.

Algunos de los accionistas asistentes a la junta de hace mes y medio pidieron a Vizcaíno y Pina que aclararan la razón de las cantidades ingresadas por ambos, algo superior en el caso de quien desde hace unos días se halla en la prisión de Soto del Real. El empresario murciano, que visualizando una vez más su profundo desencuentro con su propio socio de Locos por el Balón no se sentó en la mesa presidencial de la junta, justificó que en el caso de Calambur el dinero correspondía a gestiones relacionadas con la parcela deportiva. El presidente se mostró algo molesto por la interpelación sobre un dinero cuyo pago se explica desde el club como algo a cambio de sus gestiones administrativas e institucionales. Hecha la ley, hecha la trampa.

No es descartable que en el futuro se aseen estos asuntos mediante un nuevo cambio de estatutos, a lo que Vizcaíno ya ha demostrado ser aficionado, que incluya el permiso para que el presidente y los consejeros sí puedan disponer de una nómina mensual en caso de considerarse necesario.