Cádiz CF

Necesidad de reacción

  • El equipo amarillo busca tres puntos en la capital de España con los que curar la herida abierta tras la primera derrota en casa. Posible estreno del roteño José Mari.

El Cádiz vuelve a Vallecas siete años después de su última comparecencia liguera -también en Segunda A- con el mismo objetivo que entonces: cerrar la herida abierta el domingo anterior con una dolorosa derrota en el estadio Ramón de Carranza. En en 2009 se desplazó al barrio madrileño después de haber caído con claridad (1-3) en casa frente al Cartagena y hoy lo hace (a partir de las ocho de la tarde, televisado en directo a través de GolTV, LaLiga 1|2|3, Vodafone, Orange y Telecable) tras el duro revés (0-2) sufrido ante el Real Oviedo. En aquella ocasión, en la octava jornada, como ahora, arañó un empate a dos (con doblete firmado por Ogbeche) frente al Rayo que en ese momento era suficiente.

El conjunto amarillo se presenta hoy en el centro del país con la noble intención de ganar y dar un salto de tres puntos que le permitan habitar con tranquilidad en una equilibrada categoría de plata. Regresar de vacío supondría lo contrario: bajar a posiciones peligrosas más por su ubicación -cabe la posibilidad de caer a la zona de descenso- que por el número de jornadas disputadas. Eso sí, el nivel de presión aumentaría aún más.

Los dos contendientes llegan al octavo capítulo con los mismos puntos -ocho cada uno- y la necesidad de dar pasos de tres en tres, cada uno en sus disintos objetivos. El Cádiz, para avanzar en su objetivo de la permanencia. El El Rayo, para escalar peldaños en la tabla dada su condición de candidato al ascenso.

El conjunto entrenado por Álvaro Cervera afronta su primera salida sin Jon Ander Garrido ni Álvaro García. El centrocampista vasco, el jugador más en forma de la plantilla en el arranque de la temporada y pieza fundamental en el esquema del técnico, no está disponible por una microrrotuta en el bíceps femoral de su muslo derecho. El extremo arrastra molestias físicas que le impiden estar a tope. Dos fijos en las alineaciones que se quedan en tierra y obligan al míster a hacer al menos un par de modificaciones en el once aunque podría haber más movimientos.

Perder en casa es sinónimo de complicarse la vida salvo que una victoria a domicilio ponga las cosas en su sitio. El Cádiz no destaca por obtener una buena cosecha en territorio ajeno pese a su carácter competitivo. Un solo punto de nueve en los tres encuentros dirimidos lejos de su terreno -tablas en Almería (1-1) y derrotas en Miranda de Ebro (3-2) y Reus (1-0)- supone un botín tan escaso que el más mínimo error en casa aboca a una inmediata reacción más allá de tierras gaditanas. El equipo amarillo ha ganado, empatado y perdido en su feudo, y ha igualado y tropezado fuera. Para cerrar el círculo le queda empezar a vencer en su condición de visitante. Esa es la asignatura pendiente para equilibrar el balance de puntos. La tarea es de todo menos fácil ante un Rayo Vallecano que viene de militar en Primera y, con un amplio elenco de futbolistas procedentes de esa división, aspira a volver esta misma campaña a la élite del fútbol español.

No parece a priori el campo ni el rival adecuado para recuperar el pulso tras el decepcionante varapalo recibido contra el Oviedo. Pero no le queda otra al Cádiz que ir a por todas e intentar dar la campanada. Y si la victoria no está al alcance, al menos un empate, como hace siete años.

Las opciones de éxito pasan por recobrar el nivel competitivo, extraviado ante el conjunto asturiano, plantar cara sin miedo a un adversario potente pero con bajas y sobre todo acertar en las dos áreas. Minimizar los errores es un factor indispensable para tratar de sacar un buen resultado en Vallecas, una plaza difícil en la que este curso sólo ha ganado el conjunto local, que aún no ha recibido un gol delante de su fiel hinchada. Se impuso a Getafe (2-0) y Mallorca (1-0) y empató a cero ante el Real Valladolid. El Cádiz encara además el reto de no recibir un gol fuera de casa, algo que todavía no ha conseguido.

Cervera dejó claro el pasado viernes que piensa seguir fiel a un estilo que asegura que encaja con las características de la plantilla. Da prioridad al despliegue físico para anular al rival y a la salida con velocidad en ataque, apoyado en dos jugadores de banda. El equipo como un bloque, con espíritu de sacrificio de principio a fin.

Bajo esa premisa, la incógnita es cuál es la alineación que hoy saca en la capital de España. Con Alberto Cifuentes como inquilino de la portería, Javier Carpio y Brian Oliván tienen plaza asegurada en los laterales. Cervera debe elegir dos centrales entre Aridane, Servando y Sankaré. Las combinaciones múltiples en la medular. Rafidine Abdullah volvería al once después de no jugar ante el Oviedo y su acompañante podría ser Sergio Mantecón o José Mari, que podría debutar hoy como cadista de manera oficial. Eddy Silvestre o Abel Gómez se ubicaría en la zona de tres cuartos para surtir balones a Alfredo Ortuño, y en las bandas saldrían Salvi en la derecha y Aitor en la izquierda si se tiene en cuenta que es el recambio natural de Álvaro García.

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