Jose González se queda de nuevo sin el comodín del equipo, sin ese futbolista capaz de jugar de medio centro, de central e incluso de lateral derecho cuando el sevillano David de Coz pierda su sitio en el campo por una sanción o una lesión. Wilfried Moke cayó ayer de nuevo al césped del estadio Ramón de Carranza con las manos en su rostro y estará alejado de los terrenos de juego entre tres y cuatro semanas. El congoleño sintió un pinchazo en una carrera y el daño, según la traducción hecha por una ecografía a la que fue sometido poco después de la sesión de trabajo por los servicios médicos del club, es una microrrotura fibrilar de tres milímetros en el recto anterior de su pierna izquierda.

El entrenador del Cádiz, que siempre ha mostrado mucha confianza en las múltiples labores de Wilfried Moke, no tardaba mucho tiempo en lamentar la mala noticia. "Es un serio contratiempo", adelantaba Jose González mirando al resto de la plantilla y al palpable mercado invernal de altas y bajas. "No es una lesión que sea bienvenida, está claro. Ahora entramos en los momentos decisivos de la temporada, cuando hay que darlo todo, y me gustaría contar con sus servicios", añadía el técnico gaditano con un semblante muy serio.

La baja de Wilfried Moke obliga más si cabe a buscar un refuerzo e este mes de enero. Y hablar de refuerzos significa poner el foco tanto en la figura de un medio centro destructivo como en la de un lateral derecho de ciertas garantías. Jose González, sin prisas, abogaba por no precipitarse en los movimientos. "Es una necesidad y algo se hará, pero todo está en manos de Cordero y Richard Moar", dijo.