Con la autoestima en su punto más álgido después de ganar (1-2) el pasado domingo en el campo del líder, el Real Murcia, el Cádiz se dispone a afrontar un mes de marzo que irrumpe como una oportunidad de oro para entrar en una dinámica positiva de resultados que tanto necesita el conjunto amarillo. El valor del triunfo en territorio murciano será mayor si ahora llegan otros éxitos continuados. Es la única vía para convertirse en un equipo fiable. Es el momento de demostrar que la campanada ante el mejor equipo del grupo IV no fue un hecho aislado en un buen día.

El conjunto entrenado por Claudio Barragán sólo ha disfrutado de una buena racha esta temporada que tampoco fue para tanto. Data del arranque del año 2016, cuando encadenó tres triunfos consecutivos -frente a Real Jaén (2-0), Recreativo de Huelva (2-1) y Cartagena 0-1)- justo antes de caer en su peor bache del curso arrastrado por dos las derrotas seguidas cosechadas ante Granada B (0-1) y Algeciras (1-0). Pasó de las victorias a los varapalos de un día a otro, sin aparente explicación, y para un grande de la Segunda División B perder dos partidos de manera concatenada es sinónimo de crisis.

Las dudas no se despegan del equipo desde entonces, pero la meritoria victoria en la nueva Condomina es un paso de gigante para liberarse de tanta presión y regresar a la senda adecuada con una mentalidad idónea. Es el momento de dar un paso al frente cuando el torneo acaba de superar dos tercios de jornadas y el sprint final está a la vuelta de la esquina.

El objetivo de la escuadra gaditana es recorrer de una vez un largo trayecto de regularidad. Marzo aparece a priori como una ocasión de oro para hilvanar éxitos con los que asegurarse una de las cuatro plazas de la fase de ascenso, sin renunciar a cotas mayores aunque el liderato queda a ocho puntos y las opciones de alcanzarlo son escasas salvo una pájara tremenda del Real Murcia acompañada de una recta final de Liga inmaculada de los amarillos. El Cádiz, tercero tras la 27ª jornada, sí está en condiciones de pelear por el segundo peldaño, propiedad del UCAM Murcia con cuatro puntos más.

Los cuatro compromisos que depara el calendario en el mes que hoy empieza son contra equipos enclavados en la parte más baja de la clasificación. El Cádiz se medirá en marzo a tres clubes que a día de hoy militan en puestos de descenso, Melilla, Linares y Betis B, y al que es inquilino de la posición de promoción, el San Roque de Lepe.

El Cádiz es superior a todos ellos pero tendrá que rendir al máximo nivel para sumar puntos de tres en tres. Los adversarios que se juegan la permanencia suelen ser aún peligrosos empujados por su dramática situación.

El primer rival será el Melilla, que visitará el estadio Ramón de Carranza el próximo domingo (12 del mediodía) después de no haber podido disputar su encuentro contra el Linares el pasado fin de semana por inclemencias meteorológicas. El conjunto de la ciudad autónoma es 18º con 25 puntos, 21 menos que un Cádiz que ya ganó (0-1) en la ciudad autónoma con un gol de Álvaro García. El cuadro azulón se ha repuesto de la baja del ahora cadista David Sánchez, ha mejorado en las últimas jornadas y no será una presa fácil.

El siguiente envite será contra el San Roque de Lepe en el municipio onubense el segundo fin de semana de marzo. El equipo lepero sufre su peor momento de la temporada y pasa de habitar con tranquilidad en la zona media a estar con el agua al cuello en el escalón de la promoción con 28 puntos tras haber sumado sólo uno en los últimos cinco encuentros. El San Roque igualó (1-1) en la primera vuelta en el estadio Carranza en una clara se señal de que el Cádiz tendrá que trabajar a tope para sacar los tres puntos como visitante.

Los amarillos regresarán a casa para enfrentarse al Linares el 19-20 de este mes. El cuadro jiennense, en zona de descenso (17º con 27 puntos) ha perdido sus cuatro partidos más recientes y se halla inmerso en plena batalla por la salvación. El recorrido del Cádiz en marzo acabará con la visita a Betis B, colista con 22 puntos pero no por ello menos peligroso, como ya demostró en la primera vuelta, cuando el equipo amarillo fue incapaz de ir más allá de un empate en casa frente a un conjunto que entonces compareció como último clasificado.

Si el Cádiz hace un pleno de 12 puntos en marzo, no sólo sacará su billete virtual para el play-off sino que además meterá presión a sus rivales directos. Obligaría al líder a no descuidarse pese a su holgada distancia de ocho puntos. Si el Murcia se deja puntos en La Línea, después frente al Sevilla Atlético y el Cádiz se introduce en una espiral victoriosa... Todo puede pasar, aunque los amarillos deben preocuparse de sí mismos y después, su cumplen su cometido, esperar a que suene la flauta. Marzo es la oportunidad, es un mes que marcará la tendencia, porque abril será mucho más duro.