Cádiz CF

Marzo irrumpe lleno de curvas peligrosas

  • El Cádiz jugará este mes cinco duelos trascendentales para la salvación UCAM, Cartagena, Cacereño, Arroyo y Albacete, rivales complicados

Amarrar lo antes posible la permanencia en la categoría de bronce es el objetivo número uno de un Cádiz sometido a la dura realidad que refleja de la clasificación a falta de un tercio de campeonato liguero. La pelea por la anhelada fase de ascenso tendrá que esperar, en todo caso, hasta la próxima campaña salvo que se produzca un milagro en la que todavía está en marcha. Los ocho puntos que le separan del cuarto puesto, unidos a la cantidad de equipos que debería rebasar para llegar hasta la sala noble, hacen casi inviable el asalto a los play-off pese a que las matemáticas todavía le concedan posibilidades reales.

Los nueve puntos obtenidos en el mes de febrero recién finalizado resultaron útiles para salir de los puestos de descenso, a los que de nuevo se aproxima el Cádiz tras caer en Sevilla ante el filial de Nervión (3-2). Tanto retraso acumulaban los gaditanos en la clasificación que el más mínimo tropiezo les podía devolver a las cercanías del infierno, como así ha ocurrido después de la última jornada.

La cruda realidad revela que el conjunto amarillo, 12º en la tabla con sólo tres puntos de ventaja sobre el Villanovense -el equipo que abre la zona de descenso en la 17ª posición-, tiene un complicado mes de marzo por delante en el que no puede permitirse el lujo de cometer errores que no consten en el guión. Con Betis B, UCAM Murcia y Loja hundidos en el pozo y separados de los gaditanos por una lejana distancia (14, 11 y 8 puntos, respectivamente), la batalla de los pupilos de Raúl Agné se centra en esquivar el único puesto de peligro que todavía sigue cercano, además de la plaza de promoción por la salvación, propiedad provisional de La Roda, que se encuentra a dos puntos de los amarillos.

Cinco son los compromisos los que tiene que afrontar el Cádiz en el tercer mes de 2013, o lo que es lo mismo, 15 puntos que cobran importancia a estas alturas de la temporada en las que el margen de maniobra cada vez es más reducido. La escuadra con sede en el barrio de la Laguna se medirá, por este orden, a UCAM Murcia, Cartagena, Cacereño, Arroyo y Albacete. Tres de esos encuentros tendrán como escenario en el estadio Ramón de Carranza (ante el cuadro universitario, el equipo de Cáceres y el conjunto manchego), mientras que tendrá que ejercer de visitante en el campo del líder y en el terreno del municipio de Arroyo de la Luz.

A priori, el calendario de marzo es más difícil que el del mes anterior. Además de medirse al líder (Cartagena), los hombre de Agné se verán las caras con otro dos equipos metidos en la pelea por la fase de ascenso (Albacete, octavo a dos puntos de los play-off, y Cacereño, cuatro puntos por debajo). Se citará con un adversario con el que está igualado a 33 puntos (el Arroyo) y se enfrentará a otro casi condenado al descenso pero que se halla en su mejor momento (el UCAM).

Buena parte del éxito del mes de marzo para por atar los puntos que se disputen en casa. El Cádiz debe convertir Carranza en un fortín para que no vuelen los puntos y de esa manera asegurarse una renta que además tendría la oportunidad de ampliar a domicilio.

Mucho han cambiado las cosas en el seno del conjunto gaditano en relación a la primera vuelta, cuando se midió a estos cinco equipos bajo la dirección de Alberto Monteagudo en el banquillo. De hecho, sólo derrotó al Cartagena (3-0), que llegó como líder al Carranza y recibirá a los amarillos desde lo más alto de la tabla después de haber superado un bache, cambio de entrenador incluido. Los otros cuatro encuentros dejaron marcadores adversos. Empató sin goles en la visita al UCAM y perdió ante Cacereño (2-0), Arroyo (2-5) y Albacete (1-0).

El Cádiz cuajó quizás su mejor partido del curso frente al Cartagena -había llegado invicto a Carranza- después de haber firmado tablas ante el conjunto universitario. Cuando parecía que la victoria ante el líder le había dado alas, el efecto fue contraproducente. Los amarillos se habían colocado en la quinta posición, a cinco puntos del primero y dos del segundo. Pero el cuadro amarillo inició una caída libre en los tres siguientes encuentros, ante los rivales reseñados, en la que sobresalió la humillante derrota en casa ante el modesto Arroyo, que ahora está empatado a 33 puntos en la clasificación. Los tres tropiezos consecutivos costaron seis puestos al equipo gaditano, que se ubicó en una undécima plaza que entonces parecía una condena y que hace una semana, cuando volvió a esa misma posición, sabía a gloria porque suponía el alejamiento de la zona de descenso con la que todavía continúan coqueteando los amarillos.

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