Algo así como 'chico para todo'. Manu Vallejo sigue confirmando con creces que la apuesta que se hizo por él el pasado verano para el primer equipo contaba con argumentos tan sólidos como son su rendimiento y su compromiso. El canterano puso la rúbrica a un buen gol en La Romareda que sirvió para acceder a la ronda de los 'Primera' en la Copa del Rey. En la banda o por el centro, el jugador de la 'casa' continúa dando la cara y podría ser el mejor descubrimiento del equipo para la grave carencia del '9'.

Desde muy joven quedó de manifiesto que Manu Vallejo está capacitado para actuar en cualquiera de los tres puestos de ataque, ya sea en banda o por el centro. En su etapa en la cantera cadista alguna vez fue el referente en la delantera, si bien no necesariamente ha sido la causa por la que todas las campañas finalizaba con una suculenta cifra de goles.

La cita copera de Zaragoza, con motivo de la lesión de Carrillo, provocó que Vallejo ocupara por primera vez el ataque como delantero centro. A ese lugar pasó procedente de la mediapunta en el minuto 38. Pues bien, en el 56' anotó el tanto que a la postre dio el billete para los dieciseisavos de final. El chiclanero se movió como pez en el agua buscando la espalda de la defensa, desbordando y llegando con facilidad. Esa que tantas veces ha ofrecido en el segundo equipo del club.

En la acción del gol, demostró tablas porque antes de encañonar al portero zaragocista echó la mirada a la izquierda para comprobar si algún compañero estaba mejor situado ante la manifiesta peligrosidad de la jugada. No tuvo clara esa opción y le puso rúbrica al lanzamiento haciendo su segundo gol de la temporada, segundo en la Copa del Rey.

Con Mario Barco, Dani Romera y posiblemente José Ángel Carrillo fuera de combate, el cartel de Manu Vallejo como '9', con permiso de Lekic, puede tomar forma siempre que Jairo se haga fuerte en el extremo izquierdo.