Sevilla Atlético-Cádiz CF

Ideas ultracongeladas (2-1)

  • El conjunto gaditano, inoperante en ataque y frágil en defensa, se ve superado por el frío y por un entusiasta rival al que saca de la crisis Los amarillos envían dos remates a los palos

Nada sale bien en el Cádiz en los últimos días. El panorama económico e institucional se tiñe de negros nubarrones en el seno de un club sembrado de incertidumbre por la inacción de unos propietarios que se agarran a la más mínima excusa para no sacar una cartera que, a tenor de los hechos, está vacía de dinero. Están tiesos salvo que demuestren lo contrario de manera inminente. El cadismo anhelaba una alegría del equipo para al menos evadirse por un día de las cuchilladas institcionales que ponen en peligro a la entidad, pero lo deportivo tampoco funcionó ayer. El equipo amarillo se congeló en una mañana de frío polar en la que se vio superado por un rival, el Sevilla Atlético, plagado de juveniles pero con una elevada dosis de competitividad.

 

Seis partidos llevaban sin ganar los de Nervión y sin marcar hasta que llegó el Cádiz para dar carpetazo a la crisis del adversario. No estuvo nada acertado el cuadro gaditano, y eso que los jugadores lo intentaron siempre. Nadie con un mínimo de sensatez puede achacar la derrota a los impagos. El equipo compitió pero falló en lo que suele acertar casi siempre. La habitual solidez de la defensa desapareció por arte de magia en momentos cruciales y la pegada en ataque brilló por su ausencia. La consecuencia no podía ser otra que un tropiezo que frena en seco la progresión de un equipo que sólo ofreció dos momentos álgidos, uno en el ecuador del primer acto y otro justo después de conseguir el empate, antes de desinflarse.

 

Josete entraba finalmente en el once inicial tras completar con normalidad el calentamiento previo, aunque la principal novedad en la alineación estaba en el centro del campo. Raúl Agné dejaba en el banquillo a Nafti y apostaba por Mikel Martins y Jorge Luque como pareja para llevar el timón. Kike Márquez se quedó fuera del acta.

 

Los locales llevaban la iniciativa en los compases iniciales pero sin hacer daño con un par de centros inofensivos. La hierba quedaba intacta en las dos áreas porque ninguno de los equipos vencía la timidez. Una internada sin consecuencias de Kike López (minuto 11) era el primer aviso con la boca pequeña de un cuadro visitante al que le costaba mimar la pelota.

 

El partido se contagiaba del intenso frío de la mañana y eran los sevillistas los que conseguían  encontrar el calor del esférico. Álex Rubio y Fotán se asociaban en tres cuartos y abrían espacios a sus compañeros hasta el punto de inquietar de verdad pasado el cuarto hora, cuando Carlos Fernández, solo en el corazón del área, casi llega a un centro que le hubiera dejado con ventaja en el mano a mano con Alejandro.

 

Pero eran los gaditanos los que, poco después, protagonizaban el primer dispato a puerta con un zurdazo de Juan Villar que atrapaba  sin dificultad David Soria. El intento del onubense sevía de carta de presentación en ataque de los amarillos, que pisaban el acelerador y encadenaban varias oportunidades en sus mejores minutos de la primera parte, aunque sin recompensa. La primera, en el 24, con un testarazo de Mikel Martins a la salida de un córner que David Soria sacaba con una mano. La segunda, la tercera y la cuarta, llegaban bajo la firma de Airam Cabrera. Faltaba por aparecer el canario y cuando lo hacía aumentaba el asedio a la portería local. En los minutos 27, 29 y 32, el 9 del Cádiz propulsaba tres misiles que no daban con objetivo, aunque el segundo se estrellaba contra un poste en la ocasión más clara para abrir la lata. Pero los amarillos no aprovechaban su creciente control del encuentro para cobrar ventaja y la primera parte moría con un doble rosco en el marcador después de un último remata fallido de Juan Villar. Salvo el arreón en el ecuador del primer acto, los pupilos de Agné no habían dado sensación de superioridad y debían dar un paso al frente en el segundo para optar a los tres puntos.

 

El Cádiz salía dormido tras el descanso y lo pagaba caro. Alejandro abortaba dos llegadas peligrosas pero en la tercera sucumbía. Corría el minuto 55 cuando el juvenil Carlos Fernández adelantaba a los locaes al rematar a bocajarro, junto a la portería, un centro de Modesto desde la derecha. El artillero sevillista, el más listo de la clase, se anticipaba a la defensa para batir sin oposición a Alejandro.

 

El gol dejaba helado a los amarillos y Agné reaccionaba con rapidez para dar entrada a Gato -el único recambio ofensivo en el banquillo- en lugar de Perico. El entrenador quería imprimir velocidad y conseguía su objetivo.

 

El Cádiz disponía de media hora larga para intentar darle la vuelta a la la tortilla o al menos no irse de vacío. La respuesta tardaba diez minutos en llegar y lo hacía a balón parado. Jorge Luque sacaba de esquina y el balón acababa dentro de la portería sin que nadie lo tocara. Gol olímpico del cordobés en un momento propicio pese a que Juan Villar reclamaba su autoría al celebrarlo como si hubiera sido obra suya. Lo importante era el empate con 20 minutos de margen para completar la remontada.

 

El tanto espoleaba a los pupilos de Agné, que iban decididos a por el segundo. En el 67, un nuevo intento de Juan Villar lo desviaba David Soria poco antes de que Agné apunlatara la medular con Fall en sustitución de Kike López.

 

Los minutos de euforia de los amarillos pasaban a mejor vida, congelados por la inoperancia de cara a puerta y la fragilidad defensiva. De hecho, eran los jóvenes anfitriones los que, con más desparpajo, amargaban el aperitivo al universo cadista. En el 80, Fall sacaba el balón de cabeza en la línea de gol con Alejandro superado tras el saque de esquina botado por Gil. Parecía un gol similar al que se tragó Aulestia hace dos cursos, pero esta vez aparecía el africano a lo justo. No aparecía nadie dos minutos después para impedir el certero cabezazo de Moi, que se anticipaba en el salto a Ceballos para agradecer el servicio de Modesto y decantar la balanza del lado del cuadro local. El gol suponía un jarro de agua fría para los amarillos, que a lo máximo que podían aspirar a esas alturas era a un empate y gracias. Pero ni eso. Lo intentaron sin éxito y pese a que lo tuvieron cerca con un misil de Gato a la cruceta en el 85 y un último intento de Juan Villar que rozó el palo.

 

Ficha técnica:

Sevilla Atlético: David Soria, Modesto, Garrido, Israel, Moi, Luismi, Nahuel, Cotán (Joaquín, 81’), Joni (Gil, 76’), Rubio y Carlos Fernández (Medina, 85’).

Cádiz CF: Alejandro, Ceballos, Belfortti, Fran Pérez, Josete (Dalmau. 85’), Luque, Martins, Perico (Gato, 57’), Kike López (Fall, 75’), Villar y Airam.

Goles: 1-0, Carlos Fernández (55’); 1-1, Luque (65’) y 2-1, Moi (83’).

Árbitro: Jiménez González, del colegio canario. Amonestó a los locales Modesto, Cotán, Rubio, Garrido y Gil; así como a los visitantes Airam y Luque.

Incidencias: Partido disputado en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros.

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