Fútbol | Segunda División B

Golpe de mala suerte del filial del Cádiz CF en Huelva

  • El equipo de Pavón pierde 1-0 ante el Recre por un autogol de Momo Mbaye en el minuto 1.

Saturday persigue al ex cadista Rubén Cruz.

Saturday persigue al ex cadista Rubén Cruz. / JOSUÉ CORREA

Derrota del Cádiz B en Huelva, la segunda consecutiva, en un encuentro marcado por el golpe de mala fortuna al minuto de juego. Un intento de despeje de Momo Mbaye se convirtió en un remate involuntario hacia su portería que pasó por encima de Christian Arco. Un palo que pesó al equipo y que ha significado salir de vacío del Nuevo Colombino. Los duelos seguidos contra los 'gallitos' Marbella y Recre han dejado cero puntos en el casillero.

Juanma Pavón tuvo al final en el lateral izquierdo el gran problema de su once. Con Carlos Cobo con problemas físicos y José Antonio Franco fuera de combate por decisión técnica desde hace algunas semanas, al preparador le tocaba buscar alternativas con cierta lógica. Al final apeló por Víctor Morillo, un extremo zurdo que jugó más retrasado que de costumbre.

Pero al margen de las variaciones y de que Christian Arco recuperara la titularidad, la primera parte quedó marcada por el error de Momo Mbaye en el primer minuto, cuando despejó mal un balón sin aparente peligro que se envenenó y se coló en el interior de la portería cadista con Arco a media salida porque su idea era retener el esférico antes del zapatazo erróneo del central. Está por ver si avisó al zaguero de sus intenciones.

Las cosas se pusieron muy de cara para el Recreativo, que además de poseer un buen equipo y ser más experto, contaba con el respaldo de los suyos; es decir, casi todo en contra para el filial. Al Cádiz B le tocaba rearmarse una vez que pasaron los minutos de 'duelo' por lo sucedido, un periodo en el que Rubén Cruz se metió hasta la cocina pero su tiro lo rechazó abajo el portero cadista.

Dentro del aspecto gris de los visitantes, de nuevo Nieto trató de echarse al equipo a la espalda con una acción que resolvió con un lanzamiento desde el borde del área que despejó Nauzet, a la que le siguió un desajuste de los locales que dejó el balón muerto a Iván Robles pero su chut cogió el efecto equivocado y no se acercó a la portería.

Al Cádiz B le costaba retener a gente con la calidad de Isi Ros y Carlos Martínez, que se movieron bien entre líneas y cayendo a los costados. Sin embargo, esas buenas intenciones del Decano no se volvieron a plasmar en acercamientos. Mientras que su rival, con un criterio discutible pero que le acercaba a controlar el esférico, sí lograba ver de cerca la cara de Nauzet. Seth Vega, de cabeza, y Sergio Pérez, de tiro lejano y en un intento de chilena, provocaron un silencio en el Nuevo Colombino que puso de manifiesto que el respetable sólo estaba satisfecho por lo que reflejaba el electrónico.

Tras el paso por vestuarios el guión se mantuvo en la insistencia del filial por abrir el campo y tener balón y creatividad con la entrada de Idrissa; era un querer y no poder ante un enemigo que tampoco hizo nada del otro mundo después del 'regalo' de Momo Mbaye.

A los de Alberto Monteagudo les bastó con esperar y dejar correr el reloj mientras los amarillos presionaban y buscaban espacios que ayer fue misión imposible. Como imposible resultó equilibrar el marcador y aguarle la fiesta del 130 aniversario al Decano, que con muy pocos argumentos y dosis de fortuna se quedó con los tres puntos.

La próxima jornada el Cádiz B jugará en el campo Ramón Blanco, en las instalaciones de El Rosal, contra el filial del Granada. El choque ha sido fijado para el domingo a las 12:00 horas.

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