Cádiz CF

Ganar es lo que importa

  • El conjunto amarillo está llamado a hacer bueno el empate cosechado hace una semana en Lorca con una victoria en el choque entre los dos equipos más en forma del grupo IV.

Depender de uno mismo a estas alturas de la competición -27ª jornada del campeonato- es el mayor tesoro posible que el Cádiz debe cuidar con mimo para tratar de conservar el liderato sin sobresaltos hasta el epílogo del torneo como paso previo al asalto a la categoría de plata. El conjunto amarillo, primero desde el pasado 11 de febrero, está llamado a hacer bueno el empate (2-2) conseguido hace una semana en el campo de La Hoya Lorca con una victoria hoy en el estadio Ramón de Carranza frente al Melilla -en el habitual horario de las 12 del mediodía- en la previsible vuelta al once inicial de Servando y Fran Machado, a disposición del entrenador tras cumplir un partido de sanción. Andrés Sánchez continúa de baja por un esguince de tobillo y Migue García lo tiene difícil para entrar en la lista a causa de una sobrecarga muscular.

Después de siete éxitos consecutivos, los amarillos empataron en Lorca, un resultado que no causa preocupación porque no se pueden ganar todos los partidos. Lo importantes es, después de sacar un punto fuera, sumar los tres en casa para poner las cosas en su sitio. No es tarea fácil la de hoy. Se ven las caras sobre el césped los dos equipos más en forma del grupo IV de Segunda División B. El Cádiz, con una racha de siete victorias y una igualada desde el arranque de un 2015 en el que está invicto. El Melilla, con una trayectoria de siete triunfos y una derrota. El conjunto gaditano, líder con 53 puntos. El melillense, sexto con 40, los mismos que el cuarto clasificado, después de haber malvivido con el agua al cuello en la zona de descenso durante más de diez jornadas. Los dos, con el objetivo común de acceder a la fase de ascenso, los amarillos como campeones y los azulinos como tercero o cuarto.

El choque reúne los ingredientes necesarios como para no perdérselo. Los hombres dirigidos por Claudio Barragán no pueden permitirse el lujo de fallar en casa ahora que les toca defender el puesto más privilegiado que tanto tiempo y trabajo les ha costado capturar. El Cádiz sólo conoce el triunfo en su feudo desde el aterrizaje del valenciano en el banquillo y hoy de nuevo parte como favorito frente a una escuadra en auge que no está dispuesta a ponerlo nada fácil. Una victoria ante el Melilla serviría para mantener como mínimo la distancia de tres puntos sobre el UCAM Murcia, una diferencia que sería mayor en el caso de que el cuadro universitario no saliese ganador de su complicada visita al campo del Jaén.

La buena marcha de los dos contendientes que se citan en el Carranza hace prever una duelo de máxima intensidad. El equipo melillense ha remontado el vuelo gracias, entre otras razones, a su interminable batalla sobre el terreno de juego -su entrenador, Fernando Currás, sostiene que la clave de la mejoría experimentada es que sus hombres pelean cada balón como si fuera el último-, la misma que deberán desplegar los futbolistas del Cádiz desde el pitido inicial hasta el final. Claudio siempre ha insistido en la idea de que los jugadores tienen que darlo todo sobre el césped, que no haya rival que corra más. Y el de hoy es de esos partidos en los que es necesario poner toda la carne en el asador para hacer realidad el reto de los tres puntos.

Además de luchar al menos igual que su adversario, los amarillos afrontan la misión de guardar la portería después de los dos goles recibidos hace siete días en territorio lorquino -los primeros en 2015-. Para ello deben minimizar los errores en la retaguardia porque los fallos se pagan muy caros.

Si en la parte trasera debe enmendarse para evitar sustos, en ataque la clave radica en mantener la línea trazada a lo largo de la temporada. Una de las notas destacadas del Cádiz es su demostrado potencial ofensivo que le lleva a ser el máximo goleador del grupo IV con 47 dianas. Sólo se ha quedado sin marcar en tres encuentros, uno de ellos en casa frente a La Roda en la tercera jornada de Liga allá por el mes de septiembre.

La alineación del anfitrión presentará en principio al menos dos novedades. Aulestia encadenará su 27º partido de Liga como guardián de la portería. En principio, salvo que el míster cambie de parecer, Óscar Rubio será el inquilino del lateral derecho y Tomás ocupará el costado izquierdo de la defensa, con Servando de nuevo en el eje de la zaga en compañía del capitán Josete. En el centro del campo parece segura la participación de Jon Ander Garrido y queda la incógnita de quién será su pareja de baile. El técnico apostó en el reciente duelo disputado Lorca por Nacho Navarrete en detrimento de Juanma Espinosa y está por ver si hoy mantiene al chileno en el once o da entrada al jiennense en labores de distribución. Juan Villar, en la banda derecha del ataque, llegará a los 100 encuentros como cadista, mientras que en la izquierda todo apunta a la reaparición de Fran Machado. En la delantera estarán Airam Cabrera y Jona. El canario marcó el tanto definitivo del empate ante La Hoya. El malagueño, pichichi, del grupo IV, buscará el siempre dulce reencuentro con el gol tras el último que marcó en el choque contra el Jaén, que supuso el triunfo y el ansiado asalto al liderato.

La novedad en el Melilla es la baja del lateral izquierdo Amarito aquejado de un proceso febril. No sería extraño que le técnico visitante apostase por el mismo once que hace una semana salió en el triunfo ante el Villanovense. La expedición azulina viajó ayer con 16 futbolistas: Álvaro, Jesús Romero, Juanjo, Mahanan, Richi, Nando, Hamin, David Sánchez, Borja López, Koeman, Guille Roldán, Manolo, Sufian, Nacho Aznar, Chota y Pedro Conde.

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