Cádiz CF

Estratega de lujo

  • Cuatro de los últimos seis goles llegaron en acciones a balón parado protagonizadas por Aketxe

Las acciones de estrategia cobran especial relevancia en una categoría de plata dominada por la dictadura de la igualdad. No resulta nada sencillo doblegar las defensas contrarias y cuando las ocasiones escasean en el desarrollo del juego el balón parado irrumpe como la solución de emergencia idónea. El Cádiz se ha vuelto un equipo temible en los saques de esquina y en las faltas en fechas recientes. Es uno de las facetas que ha mejorado en la segunda vuelta. Cuatro de los últimos seis goles marcados los amarillos nacieron con la pelota quieta y con un futbolista con el claro papel de actor principal: Ager Aketxe.

El mediapunta, que aterrizó en el mercado de invierno como un refuerzo de calado, ya se ha ganado un hueco en el once inicial después de adquirir el tono físico adecuado y en los envites más recientes es uno de los fijos en el esquema de Álvaro Cervera. Con su presencia sobre el césped el equipo da un salto de calidad y además dispone de un especialista a la hora de poner la pelota en movimiento.

De las botas de Aketxe partieron lanzamientos dirigidos al corazón del área aprovechados al máximo por sus compañero, encantados con las asistencias del atacante cedido por el Athletic de Bilbao.

Aketxe puso en marcha el cuero desde la esquina para que Eddy Silvestre acabara anotando el tanto del empate en la visita del conjunto gaditano al UCAM Murcia. En la cita en casa ante el Lugo de nuevo apareció el vasco para servir el esférico con precisión milimétrica al interior del área que Alfredo Ortuño agradeció con un remate a gol cerca de la portería. La alianza Aketxe-Ortuño funcionó a las mil maravillas una semana después en el duelo contra el Huesca en El Alcoraz. En el minuto 93, en la última jugada del encuentro, el 23 lanzó de esquina con el guante que tiene en su pie izquierdo y el murciano, auténtico artillero, cabeceó para establecer el empate a uno frente a un rival directo que de haber vencido entonces hubiese superado en la clasificación a los amarillos, cuya estancia en la zona de play-off se habría tambaleado.

En Alcorcón volvió a emerger la figura del vizcaíno. Suyo fue el centro desde un lateral de la medular que Garrido prolongó al palo contrario para que Sankaré abriese la lata. Aketxe, con su clase en el golpeo del balón, se convierte en un seguro de vida. Con sus saques es capaz de desatascar partidos y sacar al equipo de más de un apuro.

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