El Cádiz visita este viernes La Romareda en un compromiso liguero que inevitablemente evoca el reciente recuerdo del partido de Copa del Rey disputado a mitad del pasado mes de octubre, en el que el equipo amarillo se impuso al Zaragoza (0-1) y abrió con ello una magnífica racha que a día de hoy se mantiene vigente.

En efecto, el gol de Manu Vallejo al poco de arrancar la segunda parte y que sirvió para obtener la clasificación para los dieciseisavos de final del torneo del KO supuso al mismo tiempo, sin que en ese momento nadie pudiera imaginarlo, el comienzo de una dinámica positiva que se resume en ocho encuentros sin conocer la derrota, siete de ellos saldados con triunfo, los seis últimos de forma consecutiva. Una línea ascendente que contrasta con la que describía el conjunto gaditano hace menos de dos meses.

Los de Álvaro Cervera llegaron a Zaragoza en su peor momento, tras caer en Almendralejo

De hecho, los pupilos de Álvaro Cervera se presentaron en la capital aragonesa con un balance negativo de ocho jornadas de Liga seguidas sin vencer, con la única alegría por medio del éxito copero alcanzado en Santa Cruz de Tenerife. Pese a que el fin de semana anterior, en Almendralejo, los cadistas tuvieron en su mano sumar algún punto, el Extremadura remontó en un visto y no visto (2-1) y dejó a su rival metido de lleno en la zona de descenso. Las alarmas llevaban tiempo encendidas y la situación se volvía muy preocupante.

El para muchos inesperado pase en Copa de Rey conseguido en La Romareda, festejado por los jugadores sobre todo por la necesidad que tenían de reencontrarse con un resultado a favor, representó sin embargo casi un contratiempo para una escuadra que quería centrarse en la Liga, a la espera de recibir al Sporting de Gijón en un choque que se cerró con tablas. Nueve jornadas sin ganar, cierto, pero también dos partidos sin perder frente a adversarios de nivel. La transformación tomaba cuerpo.

Así, el desplazamiento a Lugo se convirtió en la auténtica rampa de despegue definitivo, un 1-2 que catapultó a los amarillos en el transcurso de las siguientes semanas, primero a abandonar el vagón de cola, después a colocarse en la zona templada de la tabla y, por último, a ponerse a tiro de las posiciones de play-off de ascenso a Primera. Ver para creer.

Tras el 0-1 en la capital aragonesa, los amarillos han encadenado siete victorias y un empate

A la victoria en tierras gallegas le siguió el meritorio 2-1 del Ramón de Carranza contra el Espanyol, un marcador que permite albergar esperanzas de meterse la próxima semana en los octavos de la Copa. La maquinaria comenzaba a carburar y el Cádiz mantuvo el ritmo de velocidad de crucero en los siguientes partidos.

En la Tacita de Plata frente al Elche, espectacular remontada en una segunda parte para la historia (5-1) que, además, consolidó un once que Cervera mantiene y que la afición empieza a recitar de carrerilla. De nuevo en Carranza por segunda semana seguida, 2-0 al Reus de manera convincente, minimizando a los catalanes y ofreciendo una gran imagen.

La última salida de noviembre, en el Nuevo Arcángel, se tradujo en el segundo triunfo a domicilio (1-3) a pesar de que el Córdoba hizo méritos suficientes para no caer. La suerte y la efectividad, nunca se sabrá en qué proporción lo uno y lo otro, vestían ya de amarillo y azul.

Ojo, pero de amarillo y azul cadista, porque en la última jornada celebrada, el pasado fin de semana, el cuadro gaditano pasó por encima de Las Palmas (4-1), un firme candidato al ascenso al que se le hizo de noche por el extraordinario momento que atraviesan los de Cervera.

La Romareda, estadio de renombre; Real Zaragoza, club grande de España. Para el Cádiz de esta temporada, una cita para esbozar una sonrisa al pensar en el antes y después de aquel 17 de octubre pasado. Si hasta esa fecha se acumulaban dos victorias, cuatro empates y otras tantas derrotas entre la competición doméstica y la Copa, desde entonces se han encadenado siete victorias y un empate.

Los números, que también sorprenden por la capacidad goleadora del conjunto gaditano, ahora mismo el tercero más realizador de LaLiga 1|2|3, invitan al optimismo, pero la realidad que no hay que perder de vista es que el Zaragoza recibirá al Cádiz este viernes con una acuciante necesidad de puntos después de perder en casa del líder Alcorcón y quedarse en la frontera de los puestos de permanencia, sólo por arriba de Elche, Reus, Córdoba y Nástic. Los maños, antes de iniciarse el curso aspirantes a todo, pelean en una situación incómoda que les hace aún más peligrosos, por mucho que La Romareda haya sido el escenario de la resurrección cadista.