Sin prisa pero sin pausa. El Cádiz tiene la urgencia histórica de dar el salto a la categoría de plata. La plantilla está fabricada con ese único objetivo. Pero el calendario dicta que antes de la próxima primavera es imposible lograr el ascenso, por lo que los largos meses de competición que quedan por delante abortan cualquier atisbo de ansiedad por agarrar ya el liderato. La mentalidad que Jose González ha inculcado a sus alumnos es la de sumar puntos de tres en tres cada fin de semana, de tal manera que el premio llegará por añadidura. Los huesos del equipo amarillo darán con la primera plaza tarde o temprano si es capaz de mantener la cadena de victorias abierta hace tres jornadas frente al Betis B, con prolongación frente a la Balona -actual líder- y al Cacereño.

No es una tarea fácil la de hilvanar triunfos, como ha quedado demostrado en las seis jornadas precedentes. Y menos si el rival está en un dulce estado de forma, como es el caso del Lucena. El conjunto aracelitano ha firmado un prometedor comienzo de Liga que le permite habitar con ilusión en la segunda posición con 13 puntos, uno más que el Cádiz, que comparece en el Nuevo Estadio de la localidad cordobesa en la quinta plaza. El cuadro gaditano tiene hoy la oportunidad de acceder por primera vez esta temporada a los puestos de privilegio -los cuatro primeros son los que dan acceso a la fase de ascenso-, hasta ahora inalcanzables después de los tres empates seguidos sumados en los albores de la competición.

El encuentro presenta a priori trazos similares al que hace dos semanas los amarillos disputaron contra la Balona, también a domicilio. Por un lado, el terreno posee una superficie de césped artificial. Por otro, el Lucena, al igual que los linenses, está con la moral por las nubes y su motivación será especial al enfrentarse contra el favorito del grupo IV. Pondrá intensidad desde el pitido inicial y los pupilos de Jose González deberán estar bien despiertos. No conviene olvidar que, como en La Línea, la afición local está enchufada y empujará a su equipo desde la grada.

Pero las apariencias engañan. Cada partido es una historia de noventa minutos y los amarillos deberán ganarse los puntos a base de entrega y eficacia tanto defensiva como ofensiva.

La principal novedad en el cuadro cadista es el regreso de Óscar Pérez una vez cumplido el castigo disciplinario tras ser expulsado en La Línea en el derbi provincial contra la Balona.

El técnico gaditano podrá alinear a su equipo de gala, con Aulestia como guardián de la portería, escoltado por De Coz, Goikoetxea, Baquero -restablecido de sus molestias en un pie- y Camille. El francés se ha ganado la confianza de Jose y le está ganando la batalla a Góngora en la pelea por el puesto de lateral izquierdo.

La medular estará ocupada por la habitual pareja formada por Héctor Yuste y Óscar Pérez, flanqueada en las bandas por Ferreiro -derecha- y Toti -izquierda-. En la zona de ataque es donde se abre el melón de las dudas. El míster está repartiendo minutos entre Dioni, Akinsola y Juanjo y parece que esta vez se decantará por los dos primeros en el once inicial, aunque el ex del Guadalajara tendrá su oportunidad a lo largo del encuentro si todo transcurre por los cauces esperados.

En el Lucena no se esperan cambios respecto a la alineación que Rafael Carrillo Falete sacó contra el Sevilla Atlético. La única duda está en la portería. Vargas sufre molestias en el tendón de Aquiles de una pierna, pero ayer trabajó a buen ritmo y hoy estará entre los palos salvo recaída. El entrenador planteará un partido de desgaste físico para intentar minar las fuerzas de los visitantes.