Andrés Fleurquin está siendo decisisivo en la recuperación del Cádiz. Después de superar una incómoda lesión en los isquiotibiales que le mantuvo inactivo en la primera parte de la Liga, el capitán llegó a tiempo en la segunda vuelta para ayudar al equipo a mantener viva esa llama de la esperanza llamada salvación.

El centrocampista uruguayo se siente en plena forma y ayer anunciaba su intención de seguir jugando al fútbol. Y no ocultaba que le gustaría defender la próxima campaña la camiseta del Cádiz. "Seguir la próxima temporada aquí es un sueño", señalaba ayer en la tertulia de El Faro del programa deportivo de la cadena Ser que dirige Theo Vargas.

Fleurquin termina contrato el 30 de junio y, a punto de cumplir los 35 años, todavía le queda cuerda "para una o dos temporadas más".

El medio se siente "un gaditano más", confesaba ayer, y tanto su familia como él están a gusto en este rincon del sur. De ahí su deseo de continuar ligado a la entidad cadista, "aunque jugar en Uruguay también sería una alegría".

En cualquier caso, el jugador sudamericano dejaba aparcada esta cuestión hasta final de temporada, "porque ahora lo importante es estar centrado en los partidos que restan hasta el final para conseguir la permanencia".

Y es que aunque el Cádiz está inmerso en una dinámica positiva y ha escalado posiciones hasta abandonar los puestos de descenso, todavía queda un trecho hasta obtener el ansiado objetivo.

Es por ello por lo que capitán huía ayer del más mínimo atisbo de euforia cuando salía a relucir el próximo duelo contra la Real Sociedad, líder de la competición que está a un par de escalones de alcanzar la cima. "El partido del sábado va a ser muy difícil, jugamos contra un equipo sólido y rocoso".

¿Cuántos puntos hacen falta para abrazar la salvación? "Que le pregunten a Enrique y Cristian", bromeaba Fleurquin.