Malas noticias para el Racing de Santander a medida que la semana avanza hacia el día decisivo. Ayer quedó confirmado el encuentro de sanción que pesa sobre Álvaro Peña. El centrocampista fue expulsado en el último suspiro en el Carranza, por lo que tendrá que parar de manera obligada. El club cántabro no presentó alegaciones a las amarillas que vio el jugador ni tampoco tiene previsto recurrir después de conocer el castigo. La ausencia es segura y Pedro Munitis debe hacerse a la idea desde ya.

En la rueda de prensa posterior al Cádiz-Racing, el entrenador del conjunto verdiblanco mostraba su preocupación por la expulsión de Peña, por lo que suponía prescindir de un hombre clave en el esquema del equipo. Y es así para el Racing porque sus argumentos ofensivos lo demuestran al ser determinante en el buen funcionamiento de la maquinaria cántabra. De hecho Peña es uno de los jugadores que ha disputado mayor número de minutos esta temporada, siendo uno de los referentes.

Los problemas deportivos del rival cadista no se quedan ahí, ya que Pumpido -fue baja en la ida en Carranza- tiene prácticamente imposible reaparecer en la vuelta. El delantero argentino viene tratándose de una rotura de fibras de la que aún está renqueante. Las últimas pruebas médicas desaconsejan que pueda estar el domingo ante el Cádiz, por lo que tendrá que esperar una semana más siempre que su equipo siga en el play-off. Sin Pumpido ni Álvaro Peña, Munitis pierde argumentos para soñar con la remontada. No obstante, el plantel racinguista tiene capacidad para grandes retos como ha demostrado con el título de campeón del grupo I después de 38 jornadas de Liga.