El entrenador del Cádiz CF, Álvaro Cervera, sabe de sobra lo que es enfrentarse al Real Madrid. Lo hizo como futbolista en numerosas ocasiones, aunque ahora será la primera vez que lo haga como técnico. Un reto para el equipo amarillo y también para él como entrenador.

El actual inquilino del banquillo cadista fue un destacado jugador que recorrió la mayor parte de su trayectoria profesional en Primera División (en los años 80 y 90), en la que debutó con sólo 19 años en las filas del Racing de Santander antes de militar en el Mallorca y el Valencia para regresar al conjunto cántabro.

Cervera acumuló 261 partidos en la máxima categoría y le dio tiempo más que suficiente de medirse al Real Madrid. Aunque el gol no era uno de sus puntos fuertes, le marcó un par de tantos al gigante blanco. El primero lo anotó en la temporada 1993/94 (el único chícharo que hizo aquella campaña) cuando el Valencia perdió 3-2 en el estadio Santiago Bernabéu. Fue el autor del empate a dos, aunque Butragueño deshizo la igualada poco antes del pitido final.

La segunda vez que el entonces extremo izquierdo perforó la portería madridista fue en la campaña 1995/96, cuando pertenecía a un Racing que dio la campanada en Chamartín con victoria por 1-2 y una diana firmada por él. Sólo hizo es tanto aquella temporada, pero fue importante porque contribuyó de manera decisiva al triunfo de su equipo. Fue el protagonista del 0-1, empató Míchel y Merino marcó el gol de la victoria de los montañeses.

Cervera sobresalió por su habilidad y calidad con la zurda y hasta tuvo la oportunidad de jugar en el Real Madrid. Al final no cuajó la operación, pero el conjunto blanco puso sus miras en él cuando despuntaba en el Mallorca.

Cuando Benito Floro se hizo cargo del banquillo del equipo merengue en el curso 1992/93, el Mallorca acababa de descender a Segunda División y Cervera, que ya había debutado con la selección española, se disponía a salir del conjunto bermellón. A Floro le gustaba el extremo y planteó su fichaje a los dirigentes madridistas.

El club merengue puso encima de la mesa su interés por Cervera, aunque finalmente fue el Valencia el que puso toda la carne en el asador para llevarse al zurdo, convertido en una de las joyas del balompié patrio. Cervera se inclinó por la escuadra ché, de la que formó parte durante tres temporadas.