La victoria es el principal reto que afronta el Cádiz el próximo domingo en el choque en el estadio Ramón de Carranza contra el Melilla (a partir de las 12 del mediodía). La prioridad por encima de todo son los tres puntos por las necesidades en la clasificación. Y si además se suman con la portería a cero, mucho mejor. Será la manera más adecuada de frenar la sangría de goles en contra en las últimas fechas, que sin ser alarmante sí conviene atajar lo antes posible para evitar cualquier atisbo de dudas en la retaguardia.

El Cádiz encadena tres partidos consecutivos con al menos un gol en su arco, algo que nunca le había sucedido esta temporada. Alberto Cifuentes tuvo que ir a buscar la pelota al interior de su portería en los encuentros contra el Villanovense (2-2), La Hoya Lorca (1-1) y Real Murcia (1-2). Poco se puede achacar al cancerbero los tantos recibidos. De hecho, es uno de los baluartes del conjunto amarillo. La zaga, en particular, y el equipo, en general, están obligados a mejorar su trabajo defensivo porque quedarse con la portería intacta es el primer paso para la consecución del triunfo. Así lo demuestran las cifras. El Cádiz ganó diez de los doce partidos que fue capaz de dejar a cero el casillero del equipo contrario.

En la primera vuelta, el cuadro dirigido por Claudio Barragán dejó su puerta a cero en diez de las 19 jornadas. En los ocho encuentros ya dirimidos de la segunda, recibió al menos una diana en media docena de ellos. Sólo contra el Cartagena y el Marbella llegó al pitido final con la portería cerrada. Recreativo de Huelva, Granada B, Algeciras, Villanovense, La Hoya Lorca y Real Murcia sí marcaron. En casa debe tener especial cuidado porque tres de los cuatro comparecientes en el estadio Carranza en la segunda vuelta perforaron la meta cadista. El único que no tuvo puntería suficiente fue el Marbella.