Cádiz CF

Carranza, estadio de paz

  • El Cádiz salda por primera vez una fase regular en Segunda División B sin perder en casa y no conoce la derrota jugando como local desde el 12 de marzo del año pasado

A Madrid, Miranda de Ebro e Islas Baleares ha llegado desde Cádiz en un sobre un mensaje escrito con letras recortadas de periódicos y revistas para que se tenga en cuenta de cara al sorteo de la fase de ascenso que se celebrará el próximo día 14 de este mes de mayo en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF): "Cuidado, que nuestro estadio es inexpugnable".

El equipo de Jose González se ha mostrado un tanto irregular en lo que al juego se refiere durante toda la temporada, pero su regularidad en el estadio Ramón de Carranza desde la primera y hasta la última jornada, saldada el pasado sábado con un empate a un gol frente al Puertollano, está fuera de toda duda. Y es que los amarillos, por séptima vez en su historia y por primera vez en Segunda B, han cerrado la fase regular sin perder un solo partido en casa. De hecho, el conjunto gaditano no muerde el polvo ante su afición desde el 12 de marzo de 2011, cuando vio volar los tres puntos en la visita del San Roque de Lepe (0-2). Se dice pronto.

El campeón del grupo IV de Segunda División B ha disputado ante su afición un total de 19 partidos, con el balance de doce victorias y siete igualadas. ¿Derrotas? Ninguna. Pero ni en Liga, ni en Copa del Rey, ni en encuentros amistosos. Se han conseguido 38 goles a favor, con un llamativo protagonismo de David Ferreiro, que ha metido sus ochos dianas jugando como local. Y solamente se han encajado nueve tantos: ocho estando Aulestia entre los palos y uno, el de la última jornada contra la escuadra de Manolo Zúñiga, con Gonzalo ejerciendo de portero titular.

Desde que debutara en la categoría de plata, allá por la temporada 1935/36 bajo la denominación de Mirandilla, el primer equipo gaditano había culminado una fase regular en categoría nacional sin conocer la derrota en su feudo hasta en seis ocasiones. De esa media docena de precedentes, como bien recordaba Willy Doña el pasado mes de febrero en estas mismas páginas, tres se produjeron militando en Segunda División A y otros tantos con el equipo en Tercera.

Destaca sobremanera lo acontecido en el curso 1962/63, con José Luis Riera ocupando el banquillo. El conjunto amarillo convirtió en el estadio Ramón de Carranza en un auténtico fortín del que no se escapó punto alguno en los quince partidos que disputó como anfitrión. Pudo tratarse del primer ascenso a la máxima categoría del fútbol español, pero solamente sirvió a los gaditanos para finalizar cuartos de su grupo debido a que como visitante se limitaron a ganar dos partidos y a empatar otros tres.

Es una buena noticia el colgar el cartel de fortín al Carranza. Y los jugadores cadistas, tras ponerle el epílogo a la fase regular de la temporada el pasado sábado ante el Puertollano, no lo pasaban por alto. Juanse, que ha recuperado la confianza de Jose González en este tramo final de competición, resaltaba la ilusionante circunstancia. "Este último partido era para intentar disfrutar y hemos intentado hacerlo lo mejor que hemos podido. Lo más importante es que el empate nos permite seguir invictos en nuestro campo. Y por muy poco no nos llevamos la victoria", destacaba el jiennense. "Se ha notado que muchos futbolistas llevaban sin jugar varios meses. Y para el bien del grupo es muy positivo que hayan vuelto a hacerlo", destacaba.

Gonzalo Gutiérrez, que se estrenó como titular en la competición liguera frente al Puertollano tras debutar con el escudo del Cádiz en la eliminatoria de Copa del Rey ante el Valencia, culminada sin éxito, no era menos que Juanse a la hora de destacar la fortaleza en el Ramón de Carranza. "Se nota el tiempo que he estado inactivo", adelantaba el madrileño valorando sus sensaciones personales.

"Todo el equipo ha dado lo que tenía para dar y sacamos la conclusión positiva de que no hemos perdido ni un partido en casa en toda la temporada regular. Estamos muy contentos por ello", concluía Gonzalo.

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