El baile de nombres de futuros entrenadores para el Cádiz no cesa en las últimas horas, aunque son técnicos cuyo perfil en todos los casos son del agrado de Quique Pina y que están sobre su mesa y la de Juan Carlos Cordero. El último en unirse es Antonio Calderón, que hace justo un año fue la apuesta de Pedro Cordero -hermano de Juan Carlos- para tomar las riendas del Tenerife.

El entrenador gaditano dirigió al Cádiz en parte de la campaña 2007-08, sustituyendo a Mariano García Remón, en un año caótico por la fallida venta del club a Arturo Baldasano y que tuvo a cuatro técnicos en el banquillo del Carranza. Cierto es que con Calderón el equipo amarillo pudo jugar mejor o peor, pero no daba la sensación de estar inmerso en la pelea por el descenso a Segunda B al que finalmente se vio abocado aquella campaña de pésimo recuerdo por el penalti fallado por Abraham Paz en el campo del Hércules.

Fuentes próximas a este medio afirmaron ayer que Antonio Calderón es un entrenador que Quique Pina tiene sobre la mesa y que gusta para el proyecto por su forma de trabajar. El hecho de que sea gaditano también es un aliciente para que la afición se identificara con el preparador elegido si al final el murciano recala en el club cadista.

No obstante, los posibles gestores de la sociedad no tomarán una decisión hasta saber si el acuerdo de Antonio Muñoz con el Ayuntamiento acelera el del cordobés con Quique Pina, que sería la guinda del pastel para que el club retome el ritmo adecuado pensando en el próximo ejercicio liguero.

Hay que recordar que Pina también tiene en mente a Lucas Alcaraz -suena más para el Oviedo- y José María Bakero para sus proyectos más allá del Granada.