Ejercer de visitante en el estadio Ramón de Carranza se está convirtiendo en un chollo. Y es que el Cádiz ostenta el dudoso honor, y de largo, de ser el equipo del grupo IV que más goles recibe en su feudo. Diez tantos en seis partidos delante de la afición conforman el abultado balance de dianas en contra, lo que supone un promedio de 1,6 por encuentro.

Betis B, con nueve, y Villanovense, con ocho, son los rivales que más se aproximan a la cifra negativa de goles recibidos que acumula el Cádiz. El San Roque de Lepe, que sólo ha recogido una vez el balón de dentro de su portería cuando hace de anfitrión, es el ejemplo a seguir en el grupo.

Cuatro de los seis escuadras que ya han pasado por Carranza en el campeonato de Liga han batido a Aulestia. La Balona convirtió un gol, dos hizo el conjunto lepero, otros dos marcó el Sevilla Atlético y cinco consiguió el Arroyo. El Loja y el Cartagena son los únicos que se marcharon de vacío.

Ocho puntos se ha dejado en casa hasta la fecha el cuadro de Monteagudo cuando uno de los objetivos del Cádiz era hacer del Carranza un fortín. Pero las palabras se las llevan los goles en contra. Como consuelo sirve el dato que refleja que el Cádiz ha marcado en todos los encuentros ligueros disputados en la capital gaditana hasta sumar un total de catorce (tres ante Loja, Balona y Cartagena, dos ante el equipo lepero y Arroyo y uno ante el filial sevillista).

Estas cifras no incluyen los dos partidos de Copa del Rey en los que el Cádiz mantuvo la tónica endeble al recibir cuatro goles (dos ante el San Roque de Lepe y otros tantos frente al Arroyo), aunque anotó el mismo número (tres para remontar contra los onubenses y uno que fue insuficiente ante los extremeños).