El equipo que este domingo comparece en el Ramón de Carranza es un viejo conocido de la afición cadista, un rival ante el que los amarillos celebraron en su día nada menos que dos ascensos a Primera División y contra el que hace un par de temporadas se obtuvo un triunfo que metía al equipo de Álvaro Cervera en la fase de ascenso mientras que mandaba a los ilicitanos a la Segunda División B.

Recién ascendido. Pese a su condición de recién ascendido, el Elche se presenta en la Tacita de Plata con números que le permiten mantenerse en la zona templada de la tabla clasificatoria, con 14 puntos. Gracias a sus resultados como local, ya que a domicilio sólo ha logrado sumar tres puntos fruto de otros tantos empates, el conjunto alicantino se encuentra casi a la misma distancia de las plazas de play-off de ascenso a Primera que de las de descenso a Segunda B.

Sin embargo, el equilibrio de fuerzas, lo igualado de la categoría, propicia que un simple tropiezo suponga caer a la zona peligrosa. De hecho, si el Cádiz se adjudica el triunfo en este choque, sí o sí rebasará a su rival en la tabla porque le igualará a puntos pero mejorará su coeficiente de goles, que en estos momentos es de 8-11 para los gaditanos y de 11-13 para los ilicitanos.

De menos a más. Aunque tardó en hacerse a la nueva categoría, el conjunto franjiverde parece haberle congido el pulso a la Segunda División a tenor de los resultados de las últimas semanas. De hecho, tardó ocho jornadas en conseguir el primer triunfo, pero desde entonces ha atado nueve de los 12 puntos disputados. Abonado al empate en muchos encuentros, el Elche firmó tablas en el estreno liguero en su campo ante el Granada (0-0) y en la visita a Osasuna (1-1), pero en sus siguientes duelos cayó, como local con el Reus (0-2) y a domicilio con el Numancia (1-0).

Después, otras tres igualadas, con el Mallorca (1-1), en Oviedo (1-1) y en Extremadura (2-2), dieron paso a la primera victoria, frente al Lugo (2-1), a la goleada encajada en La Coruña (4-0) y a las dos alegrías consec utivas firmadas en el Martínez Valero ante Málaga (2-0) y Zaragoza (2-0). La clara propuesta de Pacheta de cerrar las vías de acceso a su portería y fiar la suerte del ataque al acierto del guineano Sory empieza a dar resultados.

Un club con historia. El Elche es uno de los clubes histórico que esta temporada milita en Segunda. Fundado en 1923, vivió su época dorada a final de la década de los 50 y durante los 60, cuando protagonizó su primer ascenso a Primera División y llegó a liderar la máxima categoría en la campaña 63/64. Tras 12 temporadas en la élite, descendió, aunque en los 70 y los 80 se convirtió en un equipo ascensor. Sin embargo, en la 90/91 vivió su primer descenso a Segunda B. Dos décadas después, en la 12/13, regresó a Primera, si bien un par de cursos después volvió a bajar y en la 16/17, precisamente tras caer en Carranza, dio con sus huesos en Segunda B.