Otro quebradero de cabeza para Álvaro Cervera. O quizás menos. El buen partido de Brian Olivan en el partido de Copa del Rey disputado en Zaragoza podría propiciar que a partir de ahora entrara en el once, también en Liga, en lugar de José Joaquín Matos, hasta la fecha indiscutible para el entrenador pese a ser cuestionado por la afición desde que dio comienzo la temporada.

En efecto, el barcelonés firmó en La Romareda una actuación notable, cumpliendo sin complicarse la vida en las tareas defensivas e incorporándose al ataque como un extremo más para apoyar a los hombres de arriba. Sin duda, mucho más de lo que exige Álvaro Cervera a sus laterales, a los que suele pedir el máximo rendimiento en labores de contención y que suban lo preciso para que nunca, bajo ningún concepto, les cojan la espalda.

Quizás por tratarse de un encuentro con menos tensión al ser de la Copa del Rey, lo cierto es que en tierras aragonesas Brian actuó sin excesivos encorsetamientos, dispuesto a solventar el cometido encomendado pero también a demostrar su valía. Lo consiguió y, además, el equipo amarillo se reencontró con la victoria después de 35 días sin ganar, precisamente desde que dio buena cuenta del Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López, en la segunda ronda del torneo del ko.

Por una razón, el buen hacer de Brian, u otra, las críticas a Matos, el caso es que el debate está servido y Cervera tendrá que decidir si mantiene al sevillano en el once o le da la alternativa al catalán en la competición de la regularidad a pesar de la evidente mala sintonía que existe entre ambos.

En este sentido, el preparador ha repetido hasta la saciedad que no tiene ningún problema personal con el futbolista, pero a nadie escapa que lo mantiene poco menos que defenestrado desde que arrancó el curso, a excepción de los dos choques coperos.

Incluso reconociendo en varias ocasiones que muchos de los goles encajados, más de la mitad, han llegado por agujeros en la banda izquierda, ha mantenido a Matos y se ha negado a brindarle la oportunidad a Brian, por otro lado un valor patrimonial del club por cuanto su fichaje supuso un desembolso de 500.000 euros que de ningún modo deben tirarse a la basura.