El Cádiz se despide de la Copa del Rey tras caer en casa ante el Arroyo. Los visitantes aprovecharon un fallo garrafal de Bernabé y la pasividad de la zaga para ponerse 0-2, pero fueron los palos los que evitaron una nueva remontada de los de Monteagudo. Toni e Ibán Espadas marcaron para los visitantes y Pablo Sánchez recortó distancias de penalti ya en la recta final, haciendo soñar de nuevo a Carranza con un desenlace mágico que finalmente no llegó.  

El partido arrancó inquieto, augurando un buen espectáculo a los escasos 4.000 espectadores presentes en Carranza. Tras un susto en defensa que llegó a causa de un despiste de Domingo, el Cádiz comenzó a poner el juego y las ocasiones, especialmente a través de un inspirado Dieguito. En los primeros diez minutos el canterano sirvió desde la izquierda dos balones de oro a Adri Gallardo, pero el isleño primero no acertó con la meta y en la segunda ocasión se estrelló primero con el palo y posteriormente con Saavedra.

Pero el Cádiz, fiel a su costumbre esta temporada, dejó que fuera el Arroyo el que se adelantara en el marcador por medio de Toni, que aprovechó un estrepitoso fallo de Bernabé. Al meta se le escapó de las manos un balón que le llegaba manso a los guantes y lo convirtió en un regalo que el delantero extremeño no desaprovechó. De nuevo, tocaba remontar. 

Como ante el San Roque, la reacción se hacía de rogar y los de Monteagudo no variaron el plan inicial tras el 0-1. Lejos de mejorar, el juego amarillo se fue espesando y los minutos pasaban sin que Saavedra tuviera que intervenir. Y pudo ser peor, si de nuevo Toni llega a aprovechar un buen centro de Ibán Espadas desde la izquierda. Por suerte para los amarillos, su remate se marchó demasiado alto. 

Monteagudo buscó soluciones en el descanso y dio entrada a dos fijos como Pablo Sánchez y Belencoso en busca de la remontada. No tardaron en mejorar lo ofrecido por Vergara y Nico Varela, muy flojitos hoy. Parecía que con ellos en el campo llegaría el empate y un remate de Adri Gallardo en el 55, muy fallón hoy, se encontró de nuevo con el palo. Pero, como sucediera ante el San Roque, los visitantes volvieron a golpear esta vez por medio de Ibán Espadas, que aprovechó la pasividad de la zaga para lucirse con un remate acrobático. Gran chilena del excadista para complicar aún más la eliminatoria a los amarillos. 

Pero apenas unos minutos después, en el 65, el árbitro señaló penalti por manos de Belmonte dentro del área y Pablo Sánchez hizo creer al Carranza en una nueva remontada. Para colmo, el defensa visitante fue expulsado por doble amarilla diez minutos después, dando más motivos para la esperanza a la hinchada cadista. El grito de ¡RE-MON-TA-DA! retumbó en las gradas del renovado coliseo gaditano. 

La consigna en el Arroyo fue dejar pasar los minutos y perder todo el tiempo posible para llegar con ventaja al final del partido, mientras que el conjunto de Monteagudo lo intentaba una y otra vez comandado por Pablo Sánchez. El capitán amarillo, cuando los suyos atacaban ya a la desesperada, se encontró de nuevo con el palo -tercero del Cádiz hoy- y ya en el descuento Adri Gallardo mandó a las nubes la última oportunidad de empate para los cadistas. 

Esta vez Carranza no pudo vivir la emoción de una remontada y el conjunto de Monteagudo se despide de la Copa del Rey esta temporada. Toca pensar en la Liga, no queda otra.