No cabe duda de que Raúl Agné y sus compañeros del cuerpo técnico están haciendo trabajar de lo lindo a sus pupilos, por lo que si la cosa no marchase bien no sería por falta de esfuerzo. Valga como demostración el retraso de media hora con que el defensa argentino Belfortti llegó ayer al mediodía a su acto de presentación. Florentino Manzano, que le acompañaba, se excusó dando a entender que la sesión de entrenamiento se había prolongado más de lo previsto.

El propio presidente abrió fuego de esta manera: "Ya estamos tranquilos con la parte defensiva, que queda resuelta con un jugador con la experiencia que nos faltaba. Además, aporta polivalencia porque ya sabe lo que es actuar de medio centro. El míster hizo un hincapié enorme en que fuera este jugador -en realidad Goikoetxea era el primero de la lista- y aquí lo tenéis".

Entonces tomó la palabra el auténtico protagonista: "Llevo ocho años jugando en España y este es el cuarto en el que pertenezco a un equipo del grupo IV de Segunda División B. Va a ser un año duro, pero la idea está bien clara. Debemos estar arriba, resolver cuanto antes los problemas que puedan aparecer y pelear por el ascenso".

A la hora de definirse, como buen argentino, no titubeó: "Soy un jugador que da tranquilidad a sus compañeros y que posee bastante técnica. Espero que los compañeros confíen en mí".

Curiosamente, uno de sus días más gloriosos lo vivió en el Carranza: "Volver al Ramón de Carranza es muy apetecible porque se trata de un campo con unas características especiales y del que guardo buenos recuerdos y sensaciones. Ojalá me asiente aquí".

Procede de un equipo enrachado en las últimas temporadas: "El Lugo ha hecho las cosas bien en los últimos años, cumpliendo de sobra los objetivos porque incluso se ascendió a Segunda División A sin ser una meta prefijada. Y luego se consiguió la permanencia en la categoría de plata. Se trata de un club humilde donde se ha acertado a la hora de hacer las cosas".

Su experiencia en el grupo IV le hace conocedor de lo que se encontrarán durante la temporada: "Espero que los campos nos ayuden un poco, pero sé que habrá algunos en los que no se den las condiciones para sacar el balón jugado desde atrás. En esos casos, habrá que pelear e intensificar la seguridad defensiva".

Reconoce que anda más corto de forma que los demás, pero está seguro de que esa situación durará poco: "Jugar poco la pasada temporada no me ha afectado físicamente. Lo que sí me ha afectado es llegar tarde. He echado en falta trabajar en grupo porque no es lo mismo correr y entrenar solo. Creo que en dos o tres semanas alcanzaré el mismo nivel que mis compañeros porque soy un jugador que coge pronto la forma cuando me meten caña".

Cuando el Lugo ascendió, formaba pareja en el centro de la zaga con Garrido, que fracasó después en el Cádiz: "No sé bien lo que pasó aquí con Garrido, pero no pienso para nada en que a mí me pueda ocurrir lo mismo que a él. Siempre me ha ido relativamente bien y no se me pasa por la cabeza que las cosas no me vayan a ir bien en el futuro".

Sobre su puesto predilecto se mojó sin dudarlo: "Prefiero jugar de central por el lado izquierdo mejor que por el derecho aunque soy diestro. Como medio centro no me siento totalmente a gusto pero no tengo problemas para hacerlo si quiere el entrenador".