La intensidad de un equipo debe nacer de las gotas de sudor de los hombres más adelantados. Y si el Cádiz adoleció de falta de actitud el pasado sábado ante el Sevilla Atlético fue en buena parte por la notable ausencia de Belencoso, a quien unas molestias en el cuádriceps le impidieron ser de la partida en el Carranza. El delantero procedente del Lugo, que llegó a la plantilla de Alberto Monteagudo con dudas en el entorno debido a su pasado en las filas del verdugo de los amarillos en la eliminatoria por el ascenso, se ha convertido a base de trabajo en una pieza clave. Visto lo visto, parece el fichaje más acertado el pasado verano de la dirección deportiva que lidera Antonio Manzano junto a Alesandro Gaucci. Belencoso seguía ayer trabajando en solitario afinando su puesta a punto, pero entre hoy y mañana se incorporará al trabajo en grupo y no debe tener demasiados problemas para llegar el partido del domingo ante el UCAM Murcia en el estadio Mayayo.

Quien también será observado con lupa en las próximas horas, desde el inicio del entrenamiento que los amarillos llevarán a cabo hoy en El Rosal desde las diez y media de la mañana, será Pablo Sánchez. El gaditano acabó el duelo ante el filial sevillista con un golpe en el tobillo derecho y tampoco pudo ejercitarse ayer con normalidad. El capitán trabajó en el gimnasio y es probable que a lo largo de la jornada de hoy siga sin forzar lo más mínimo. Será a partir de mañana cuando empiece a calibrarse si llega en condiciones óptimos al duelo ante el colista.

Mientras tanto, Juan Villar, con un golpe de menor importancia también en un tobillo, y Fall, con una contusión muscular, también salieron del Ramón de Carranza hacia la enfermería tras el último encuentro. Ambos deben unirse al grupo hoy mismo.