Es un secreto a voces desde hace algún tiempo que Alessandro Gaucci, en un nuevo giro de timón en su gestión, pretende prescindir de José Manuel Barla, uno de los integrantes de la dirección deportiva del club. El que también fuera jugador del primer equipo, entrenador en la cantera y coordinador del fútbol base tiene las horas contadas en el conjunto de sus amores.

Barla regresa de vacaciones y debe esperar acontecimientos, pues a pesar de que la intención es que deje de trabajar para la entidad, la realidad que su despido supone un desembolso económico que está por ver si se puede realizar en estos momentos.

Según ha podido saber este medio, Barla dispone en la sede cadista de una habitación en la que cuenta con su ordenador y todas las herramientas necesarias para ejecutar sus funciones. Pues bien, esa dependencia ya no está preparada para uso exclusivo del exfutbolista, que posiblemente se encuentre a su regreso que debe cambiar de lugar de trabajo o que directamente comienza un episodio duro que a buen seguro le irá mermando todavía más en el aspecto psicológico.

Lo más triste es que esta situación la viva uno de los jugadores del mejor Cádiz de la historia, cuyo futuro está ahora en manos de personas ajenas a esa trayectoria y a ese compromiso con el club incluso en los años de encierro en los que, como ahora, tampoco se cobraba al día.