Una vez consumada la permanencia en la categoría de plata -todavía no es matemática, pero sí virtual- con 50 puntos custodiados en el cofre del tesoro, el Cádiz afronta desde ya la otra Liga, la de la batalla del ascenso, ya sea por la vía directa o a través del play-off. El equipo amarillo depende de sí mismo para clasificarse entre el tercer y el sexto puesto y debe firmar un sprint final inmaculado, aderezado con fallos del Girona, para disponer de opciones reales de subir por el camino más rápido. Difícil pero no imposible.

El Cádiz, tercero, afronta las 12 jornadas restantes en la tercera posición con ocho puntos menos que el Girona, segundo, y con el as en la manga de goal average particular a favor en caso de empate a puntos entre los dos, un factor que puede llegar a ser fundamental. Quedan 36 puntos en liza y puede pasar de todo. El cuadro catalán está cuajando una excelente campaña y es favorito para subir junto con el Levante sin tener que dar rodeos, aunque aún tiene que escalar un trecho para llegar a la cima.

El camino que les queda por recorrer a los dos equipos es similar. Ambos compartirán nueve rivales hasta el final del torneo de la regularidad: Tenerife, UCAM Murcia, Lugo, Huesca, Levante, Alcorcón, Nástic de Tarragona, Real Zaragoza y Córdoba. Todos ellos enfrascados en sus respectivos objetivos y de paso jueces de la Liga.

El Cádiz juega además con una teórica pequeña ventaja. Le esperan seis partidos en casa y otros tantos a domicilio, mientras que al conjunto catalán le quedan cinco como local y nada menos que siete como visitante. Otra pequeña ventaja para los amarillos es que no tienen la obligación de ascender, mientras que el Girona debe lidiar con la presión de verse es un escenario ideal. Está más cerca que nunca de hacer historia.

Se avecinan duelos múltiples en la entre rivales implicados en la pelea por los puestos que llevan premio. Hasta 17 enfrentamientos directos. Al Cádiz le aguardan cuatro -dos en casa y dos fuera, los mismos que al Girona, con la diferencia de que los catalanes deberán encarar tres a domicilio. Cinco compromisos le esperan al Tenerife, cuatro al Oviedo, tres al Getafe, dos al Valladolid y nada menos que seis al Huesca, que a priori aborda el calendario más con partidos con los equipos que están delante suya.

La lógica apunta a que el equipo de Álvaro Cervera no consiga dar alcance al Girona. Ocho puntos es un margen considerable, aunque tiene a mano agarrarse a la fase de ascenso, que no es poco. Tan difícil es dar caza al equipo de Pablo Machín, a ocho puntos, como quedarse fuera del play-off con el colchón de siete que mantiene sobre el séptimo.