Cádiz-la hoya lorca

Atascado en ataque (0-0)

  • El equipo de Agné se estrella contra un ordenado conjunto murciano y deja volar los dos primeros puntos de su feudo pese a disfrutar de tres claras ocasiones en un partido gris

Una mala tarde, aderezada con una fortuna esquiva, impidió al Cádiz mantener intacto el fortín del Carranza, de donde volaron los dos primeros puntos de la temporada merced a un empate que se queda corto para las aspiraciones de un equipo que además dejó pasar la oportunidad de recuperar el liderato. La Hoya Lorca, recién aterrizado en la categoría de bronce, contuvo sin demasiado sufrimiento las acometidas de un cuadro gaditano con pocas ideas en ataque y falto de creatividad en el centro del campo. Los hombres de Raúl Agné se toparon con equipo con mejor tono físico y con la cruda realidad de la competición en una muestra de que el camino hasta la soñada fase de ascenso no será nada fácil. El gol estuvo cerca en tres ocasiones para un equipo amarillo poco constante en ataque pese a su insistencia hasta el pitido final.

 

El partido, salvo en el tramo inicial, derivó en un espectáculo aburrido salvo le emoción reinante por la igualdad reinante en el marcador. El Cádiz, incapaz de anotar un gol, no mereció ganar, La Hoya Lorca no mereció perder y las tablas hicieron justicia.

 

Los locales parecían visitantes y viceversa en los compases iniciales. Liberados de la presión de un recién ascendido que acudía al campo de un candidato a los play-off, los jugadores vestidos de verde atosigaban  al Cádiz en la salida del balón en la zona de tres cuartos y no se cortaban a la hora de meter el pie. Los amarillos entraban al trapo en el cuerpo a cuerpo y a punto estaban de quedarse con un jugador menos a las primeras de cambio cuando Kike Márquez veía la cartulina amarilla tras propinar un posible codazo a un rival que podía haberle costado la expulsión.

 

Pese a los titubeos iniciales, los anfitriones se adentraban con cierto peligro a los 5 minutos con un centro de Dalmau -el lateral derecho se estrenaba como titular en lugar del sancionado Ceballos- que Juan Villar remataba alto. Los lorquinos, lejos de amedrentarse, acumulaban hombres en la parcela ancha y no tenían reparos en buscar la portería contraria. De hecho, disfrutaban de la primera oportunidad clara del encuentro (minuto 8) con una volea de Fran Carnicer desde la frontal del área que Alejandro desviaba a córner con una gran parada. La ocasión del conjunto murciano despertaba a un Cádiz que respondía con la misma moneda tres minutos más tarde, cuando Kike López, en boca de gol a escasos centímetros de la portería, remataba fuera de manera inexplicable cuando era más sencillo era meterla dentro. 

 

De nuevo el salmantino desperdiciaba una ocasión pintiparada (en el 13), esta vez abortada por un acertado Alberto, que tocaba el esférico a lo justo antes de que éste se estrellara contra un poste. 

 

Un primer cuarto de hora frenético dejaba paso a un correcalles en el que ninguno de los dos equipos era capaz de hacerse con los mandos de un partido cuya deriva beneficiaba a un cuadro visitante ordenado y valiente en su puesta de largo en el estadio Carranza.

 

La intermitencia del Cádiz en la creación limitaba las posibilidades de abrir la lata. Nafti y Mikel Martins no mandaban en la medular, Perico aparecía a cuentagotas, Kike Márquez no atinaba en el pase, Kike López gastaba energías sin eficacia y Juan Villar se empeñaba en vivir en fuera de juego. Faltaba claridad de ideas y las llegadas al área brillaban por su ausencia. Con este panorama, no resultaba extraño que el descanso llamara a la puerta sin el más mínimo movimiento en el marcador.

 

Los pupilos de Raúl Agné estaban obligados a hacer mucho más para no dejar escapar los primeros puntos del Carranza, pero los lorquinos no estaban dispuestos a regalar nada. Cerraban espacios por el centro y en las bandas frente a un Cádiz al que le costaba la vida crear peligro. En el 53, Juan Villar reclamaba penalti por un posible empujón de Morillas dentro del área visitante un minuto antes de que Kike Márquez estuviera a punto de inaugurar el marcador con un misil desde el punto de penalti que el cancerbero visitante repelía en un alarde de reflejos. Dalmau demostraba en esa jugada su potencial ofensivo con una excelente internada por la banda derecha y un preciso servicio que el sanluqueño no lograba culminar.

 

Los murcianos daban un paso atrás en una señal de que daban por bueno el empate ante un Cádiz que trataba de apretar con el paso de los minutos. Agné daba entrada a Gato en busca de mayor velocidad en el sprint final. El lojeño se ubicaba en la banda derecha, Perico se cambiaba a la mediapunta y Kike López pasaba a la izquierda. El tiempo volaba y el cero a cero parecía agigantarse en el marcador de cartón ubicado Preferencia pese los vanos intento de los locales. 

 

Juan Villar (minuto 68) disparaba cerca de larguero en una ocasión aislada, porque el Cádiz quería pero no podía. La Hoya le había tomado la medida a un cuadro amarillo que se aferraba a un milagro postrero para sellar la victoria delante de su afición. 

 

Agné jugaba las últimas cartas con Jorge Luque y Airam Cabrera. El canario, que reaparecía tras una lesión, lo intentaba nada más saltar al campo (minuto 83) con un flojo lanzamiento que llegaba manso a las manos de Alberto.

 

Los locales no se resignaban y trataban de acorralar a su rival  hasta el instante final pero eran los lorquinos los que tenía la última palabra con un acercamiento peligroso que acababa en nada.

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