Lucas Alcaraz es el actual entrenador del Real Zaragoza y el eterno candidato al banquillo del Cádiz. En los últimos 20 años el preparador granadino ha sonado en infinidad de ocasiones para el Ramón del Carranza. Con Antonio Muñoz y Juan Antonio Sánchez Franzón en el ocaso del siglo pasado y los primeros años del actual, e incluso con Manuel Vizcaíno y Quique Pina -cuando ambos se entendían- antes de hacer la apuesta por Álvaro Cervera.

El entrenador andaluz se cruza por enésima vez con el Cádiz al que siempre, de una manera u otra, ha tenido cerca como futurible equipo o rival a batir. En la campaña 1999-2000, cuando entrenó al Dos Hermanas, en Segunda B, su nombre estuvo en la agenda de Antonio Muñoz, entonces presidente cadista, pero tanto éste como el director deportivo aquel año, Juan Antonio Sánchez Franzón, eligieron el proyecto de Carlos Orúe, que tomó las riendas en el difícil verano de 2000, el de la crisis y los encierros por los impagos.

Alcaraz de nuevo salió a escena en los últimos años, cuando, Vizcaíno y Pina aparecieron de la mano por la capital gaditana. Claudio Barragán siguió a pesar de no ascender en el verano de 2015 y tras su despido, Alcaraz gustaba a pesar de estar entrenando en superior categoría. Siempre quedaba aquello de “para la próxima campaña...”. Pero llegó Cervera y ‘besó el santo’ con el ascenso a Segunda División A y en el retorno amarillo a la división de plata, la pelea por subir a Primera.

Los caminos del Cádiz y Alcaraz han estado cerca pero nunca se han cruzado en un mismo proyecto. Cualquiera sabe en un futuro. Por el momento el presente del técnico granadino es complejo, ya que cinco partidos y poco más de un mes después de llegar al Zaragoza y el equipo sigue sin dar con la tecla como en la etapa final de Imanol Idiakez. El actual técnico ha cambiado casi todo (planes tácticos, posiciones, futbolistas... etc.) y se ha notado cierta mejora que no se traduce en resultados.

Al Zaragoza le falta todavía algo más que las ganas de su entrenador y de los jugadores para ser un bloque fuerte y competitivo que pueda aspirar a lo máximo en la zona alta de la clasificación.