¿Por qué no logró el Cádiz el ascenso la temporada pasada? ¿Por qué el equipo amarillo, cuando todo el cadismo pensaba en el siguiente sorteo, cayó eliminado en la primera eliminatoria de la fase de ascenso contra el Mirandés pese a llevar una renta de dos goles a cero de la ida disputada en Carranza? Al igual que los diez mandamientos se resumen en uno, la lista de respuestas a estas dos cuestiones se simplifica de una forma muy sencilla: no había ni un buen portero ni un buen delantero.

Quique Pina, que sabe de fútbol el triple de lo que muchos presumen, ha basado su proyecto deportivo en el Cádiz en dos pilares básicos. Uno de ellos es la contratación de un guardameta de garantías que hiciera olvidar la improductiva competencia entre Álvaro Campos y Dani Miguélez. Y el otro, igual de importante que el primero, es dotar al equipo de gol.

Es cierto que el Cádiz no acaba de arrancar. Y que las piezas no engrasadas no se libran de las críticas. Pero la máquina funciona a medio gas gracias a nombres propios. El primero en ganarse el cariño de una afición necesitada de abrazos ha sido Aulestia, que brilló en el Trofeo Carranza y desde entonces no ha parado de crecer. Y muy pronto se han situado ante las riendas del carro Akinsola y Ferreiro, compañeros la temporada pasada en las filas del Zamora.

El nigeriano y el gallego llevan el ochenta por ciento de los goles que ha logrado el Cádiz hasta ahora en la competición liguera, un total de diez. Kabiru Akinsola suma cinco y David Ferreiro, que aporta una importante cantidad de asistencias durante los partidos y se ha postulado como el futbolista más desequilibrante del conjunto amarillo, ya ha enlazado tres. José Miguel Caballero y Toti han anotado los otros dos. Se da la circunstancia, además, de que ambos jugadores han perforado la portería rival en los tres últimos partidos disputados en el estadio Ramón de Carranza: ante Betis B, Cacereño y Écija. Y ellos dos fueron los protagonistas del primer tanto de la temporada en Jaén. Ferreiro centró desde la banda derecha para que Akinsola enviara el balón a la red de cabeza y a placer.

El último ascenso llegó de la mano de Javi Gracia. Pero también de la mano de Kiko Casilla, injustamente vilipendiado por un sector de la afición meses después, y de Mariano Toedtli. Ahora están en el equipo Aulestia, Akinsola y Ferreiro. Y no están mal acompañados.