El Cádiz se siente seguro agarrado al asidero del balón parado. Siete de últimos 11 goles los marcó en acciones de estrategia. Un 63 por ciento de los aciertos más recientes. Para el equipo amarillo es toda una bendición disponer de una falta cerca del área o de saques de esquina. Los aprovecha mejor que nunca en los últimos tiempos porque los traduce en goles cuando más lo necesita.

El equipo amarillo salió a flote en el estadio Sánchez Pizjuán cuando peor lo pasaba sujetado en los anclajes de los balones parados. Marcó dos goles así en una clara demostración de que la estrategia es a día de hoy su recurso más eficaz.

El 2-0 pesaba como una losa hasta que irrumpió un misil lanzado por Ager Aketxe en un libre directo para meter a los gaditanos en el partido. En plena vorágine ofensiva, en medio del caos, con un desolador 3-1, el Cádiz sacó petróleo de un córner y Rafidine Abdullah logró el empate a tres definitivo. El conjunto de Álvaro Cervera salió con vida de Nervión beneficiado por su acierto en la estrategia, que ejerció de elemento corrector de las deficiencias defensivas.

Una semana antes, frente al Córdoba, fue el propio Aketxe el que dio en la diana con otro magistral lanzamiento de libre directo. Ante el Alcorcón, Sankaré abrió el camino de la victoria tras un centro al área en la puesta en movimiento del esférico en una falta. Los dos últimos goles de Ortuño los hizo en jugadas que nacieron desde la quietud del cuero. Marcó de cabeza a la salida de un córner en Huesca y ante el Lugo remató tras un servicio de falta. Y Eddy Silvestre dio en la diana ante el UCAM después de un saque de esquina.

La estrategia es fiel aliada del Cádiz en la recta final de la temporada. Con Aketxe aumentan las posibilidades en esa importante faceta del juego por su alta capacidad tants en los disparos como en los centros.