Cádiz CF

Adiós de Moyano 'El breve'

  • El que fuera vicepresidente ejecutivo del Cádiz se despide siete meses después de su llegada sin guardar rencor a nadie y elogiando a Pozas y a Quique González · A Muñoz le recomienda que venda la entidad

Javier Moyano se despidió ayer del Cádiz. Ningún dirigente se acercó a la cita y sólo el coordinador de la cantera, Quique González, estuvo presente en la sala de prensa del Ramón de Carranza. Máxima soledad para el hombre que llegó hace siete meses como la mano derecha de Antonio Muñoz y que abandona la entidad con una mezcla de tristeza y fuerza mayor por dar este paso. La profesionalización de la entidad ha caído en saco roto y, en parte, Moyano se siente decepcionado por no haber podido cumplir su objetivo y por dejar en Segunda B a un club que cogió en Segunda A.

El que fuera vicepresidente ejecutivo trató ayer de medir sus palabras para encontrar una salida elegante. Fue de menos a más en su discurso, muy calculado, pero no pudo evitar lanzar algunos dardos a aquellas personas del interior del club de las que se puede sentir decepcionadas.

La mesa que preside la sala de prensa se le hizo más grande que nunca. Tres sillas y dos asientos vacíos. De los aires de grandeza y de propósitos inmejorables del día de su llegada sólo quedaban los ecos. En siete meses han cambiado muchas cosas y la marcha de Moyano, al margen de que su gestión haya sido mejor o peor, demuestra que el club sigue sin rumbo fijo y ofreciendo unos síntomas preocupantes.

"Muñoz delegó en mi persona hace siete meses, pero ahora entra un consejo ejecutivo. Me voy sin rencor a nadie porque son circunstancias que se dan en cualquier empresa. Han sido siete meses difíciles por un descenso doloroso para todos y la entrada del club en ley concursal, que es lo mejor en estos momentos. Hemos logrado en este tiempo configurar una buena plantilla para segunda B y las opciones de ascenso son importantes", dijo en primer lugar como resumen de su etapa.

Destacó el aspecto humano y profesional de todos los empleados, pero sorprendió al ensalzar al gerente, Santiago Pozas: "Hay que destacar su figura, conmigo ha sido hiper honesto y creo que es una persona muy importante para este club". Similares fueron las palabras hacia Quique González: "Es fundamental para este club. Sin él no se podría mantener la cantera. Es el sostén de las secciones inferiores".

Tras disculparse de los errores cometidos, matizando que "no fueron intencionados", recordó que desde su llegada "la intención de Muñoz era dejar el club en manos de profesionales, pero ahora las circunstancias son otras y no es lo que comentó Muñoz en su día". No obstante, mostró su apoyo al máximo accionista. "No me considero traicionado por Muñoz. Rompo una lanza en su favor, pero que alguien se eche para adelante para comprar el club. Le aconsejo que venda, aunque en Segunda B es complicado cuando existe una deuda".

Su adiós es forzado, tal y como explicó, por la nueva configuración del consejo. "Hay demasiados gallos para este corral, por lo que no me quedaba otra alternativa al no pintar nada; seguir no tenía ningún sentido. Me sorprendió el cambio, aunque creo que no era el deseo de Antonio Muñoz". apostilló.

La parte más crítica de su intervención llegó cuando salió a relucir su salario y que los primeros comentarios sobre éste salieron del consejo. "Era falso lo que se decía de mi nómina, de los nueve mil euros que se hablaba. Son doce pagas de cuatro mil cien euros, y en Segunda A era más, pero nunca llegó a los nueve mil. Hay gente que te defrauda y habla más de la cuenta; si lo dijo un consejero es un tarado o miente. Así de claro".

Para acabar, mandó un mensaje al cadismo: "Le deseo al Cádiz lo mejor aunque se diga que no entiendo de fútbol. Y a los nuevos responsables del club, que tengan suerte".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios