La profunda crisis económica está tocando de lleno a la cultura, que en demasiadas ocasiones sufre con más virulencia si cabe las consecuencias de las políticas públicas de austeridad. Las administraciones han ajustado sus presupuestos y los culturales han sido uno de los capítulos que más se ha reducido en toda España en los últimos años. También en la provincia de Cádiz, donde las exposiciones y los museos cierran en días que antes se encontraban abiertos; donde las programaciones de los teatros reducen sus espectáculos y encarecen los precios a golpe de IVA; donde muchas infraestructuras culturales están acabadas pero vacías porque no hay presupuesto para su contenido o donde los festivales y conciertos deben reinventarse para seguir vivos.

Con este panorama de fondo, hay quien opta por esperar tiempos mejores y aguardar a que vuelvan las subvenciones dadivosas o los patrocinios privados, igualmente en caída libre, pero hay también quienes deciden tomar la iniciativa y arriesgar en un intento de demostrar que no todo debe venir dado. Es el ejemplo de José Luis Nieto, un joven pianista gaditano nacido en El Gastor, formado entre Madrid y Moscú, consagrado como músico en Rusia y residente en Nápoles, que este año ha organizado por su cuenta tres conciertos en la Casa Pinillos de Cádiz ante la parálisis de la oferta musical.

Lo importante, por lo que cuenta José Luis Nieto desde su residencia en Nápoles, es dar con la tecla, acertar con el formato del concierto y con el lugar. En Cádiz han sido tres (27 de enero, 10 de marzo y 14 de abril) con la Casa Pinillos como escenario, un rehabilitado edificio gaditano que está llamado a completar las instalaciones del Museo Provincial pero cuyo proyecto se ha visto frenado por los recortes. Nieto se declara satisfecho con el resultado, tanto en el plano artístico como en el económico.

Después de lograr que la Junta de Andalucía le cediese la Casa Pinillos, por la que tuvo que suscribir un seguro de responsabilidad civil, realizó una campaña publicitaria con 300 carteles, logró el apoyo de la Universidad de Cádiz y de los medios de comunicación, y transportó el piano desde la casa de sus padres en El Gastor hasta Cádiz para dar los tres conciertos. Vendió entradas a través de su página web, a diez euros, y también lo hizo en taquilla en los momentos previos al concierto, con un precio de doce euros. Y el público le respondió, sobre todo en su última actuación. "Ha valido la pena -dice rotundamente-, ya han pasado los tiempos en que te podían pagar 3.000 euros por un concierto y hay que tomar iniciativas, emprender".

José Luis Nieto ha utilizado también este formato de conciertos en Almería o Marbella, igual que antes lo hizo en Nápoles o Rusia: "Lo de Moscú o San Petersburgo es distinto. Allí hay una gran tradición musical, muy fuerte, y además acerté con el programa tocando piezas de Albéniz o Falla, que tienen un gran tirón". Aquí, en Cádiz, interpretó composiciones de Rachmaninov, Liszt o Brahms, y el esfuerzo se ha visto recompensado.

El pianista gastoreño sabe que el mundo de la cultura está cambiando, que el futuro no será como el pasado y que la adaptación será inevitable: "En este mundo la cultura está sufriendo un proceso de industrialización. Hasta hace poco se regalaban los espectáculos y no eran fuente de ingresos; esto cambia ahora y se cobra. Igual es negativo porque se hace elitista, pero también se valorará más lo que se ofrece".