"Para qué tener enemigos con amigos como tú". Algunas de las acciones que está realizando el socio de gobierno del partido del alcalde está metiendo en algunos aprietos a José María González. La última ha sido la polvareda tremenda que se ha levantado con la invitación a un concejal de Bildu en Pamplona para que interviniera en las jornadas de memoria democrática. Aunque no ha trascendido nada públicamente, pero en los miembros de Por Cádiz sí de Puede, el partido del alcalde, hay hartazgo con la situación.

Desde el partido mayoritario que sostiene al gobierno local no ha salido una palabra de reproche hacia Ganar Cádiz, la formación en la que se integran Martín Vila y Eva Tubío, pero al contrario sí ha ocurrido en varias ocasiones. Por ejemplo pasó en su día con la recepción de la medalla del Nazareno por parte del alcalde y con la postura inicial con las barbacoas. Digamos que no ha habido una correspondencia entre unos y otros.

Podemos no ha afeado nada en público a sus socios, pero al contrario sí ha ocurrido

El alcalde es el imán mediático de este equipo de gobierno y cualquier decisión que se tome le afecta directamente porque los focos se ponen directamente sobre su persona.

Por Cádiz sí se Puede siempre ha mostrado una actitud más camaleónica con los distintos temas y más capacidad de adaptación al entorno mientras que Ganar Cádiz lleva sus ideales hasta las últimas consecuencias por encima de lo políticamente correcto.

Una de las principales fricciones se ha producido con la Semana Santa. A pesar de que las competencias recaen sobre la delegación de Cultura que dirige Eva Tubío, ésta se ha desentendido totalmente del asunto y han tenido que ser ediles de Por Cádiz sí se Puede, Manuel González Bauza en primera instancia y Álvaro de la Fuente en la actualidad, los que han tenido que encargarse del asunto. Tubío no quiere saber nada de las cofradías e incluso ha tenido algún que otro desplante. La última fue criticar la entrega de sillas en la carrera oficial para usuarios de servicios sociales, es decir, criticaba algo que salía supuestamente desde su propia delegación.

Hace un año el izado de la bandera republicana en el Ayuntamiento se hizo con José María González y con Martín Vila triunfantes en una ventana del edificio consistorial. Eso ocurría unas horas antes de que el juzgado ordenara que se retirara la enseña. Este año la concejalía de Memoria Democrática, que dirige Martín Vila, decidió poner con bastante antelación la bandera republicana en las Puertas de Tierra que ha recibido toda clase de ataques y que también originó una fricción con la Delegación el Gobierno.

Una de las primeras ideas fue la de cambiar los nombres de determinadas calles y edificios, como el estadio Ramón de Carranza, pero esa intención inicial ha quedado de momento en nada sin que haya sido jaleada por los socios de gobierno.

El matrimonio no corre peligro según los consultados, pero la tensión ha crecido en los últimos días.