La empresa municipal de la vivienda, Procasa, está estudiando la puesta en marcha de un plan que permitirá, si sale todo adelante, la puesta en el mercado de una decena de fincas de su propiedad que llevan años vacíos y cuyo coste de rehabilitación es muy elevado para el número de viviendas que se podrían habilitar, y más cuando Procasa tiene que invertir a pulmón, ya que no puede acudir a la financiación bancaria debido a su elevado endeudamiento.

Todas estas fincas llevan años vacíos. Su coste de recuperación es muy elevado teniendo en cuenta el número limitado de pisos que se puede sacar en cada una, que se calcula que pueden rondar los 60 en conjunto.

En el caso de la participación de promotores privados, se llegaría a acuerdos por lo que estos asumirían las obras quedándose con una parte de las viviendas, se destinarían a alquiler o se actuaría sobre dos edificios a la vez pasando uno de ellos a mayor privadas. Igualmente se plantea actuaciones en materia de cooperativas y siempre, en todos los casos, se descarta actuación en materia de pisos y apartamentos turísticos.

El endeudamiento al que tuvo que acudir Procasa para afrontar los proyectos de la Guardia Civil y la residencia de mayores Micaela Arámburu, le dejó fuera de la posibilidad de contar con financiación bancaria para nuevas promociones. Ello le ha llevado, con el actual gobierno, a sacar adelante actuaciones con fondos municipales, algo que no había ocurrido hasta ahora pues tampoco la Junta ha aportado ayudas en este tiempo.

Ahora, tras tres años cerrando el ejercicio el positivo, Procasa va a volver a solicitar la autorización para esta fórmula de financiación. "En estos cinco años hemos trabajado a pulmón, reactivando la construcción de viviendas sociales que estaban paradas desde hacía tiempo y sin contar con la ayuda de otras administraciones", destaca la concejal de Vivienda, Eva Tubío.

Esta imposibilidad de contar con financiación bancaria impide a Procasa afrontar promociones de calado. Así, por ejemplo, están pendiente actuaciones en los Chinchorros y en García de Sola, donde se proyectaban operaciones con más de una veintena de viviendas cada una, con un coste millonario que hoy no puede asumir el Ayuntamiento.

La intención municipal es la promoción de viviendas de alquiler con precios sociales, atendiendo a la necesidad que hay de este tipo de residencia en la ciudad, donde sí se levantan promociones de renta libre.