Violencia de género

Un salto para una mayor protección

  • La integración de la Policía Local en el sistema estatal de seguimiento VioGén ha supuesto una mayor implicación de los agentes municipales en la lucha contra la violencia machista

Dos agentes del grupo VioGén de la Policía Local trabajan en su despacho.

Dos agentes del grupo VioGén de la Policía Local trabajan en su despacho. / Julio González

La coordinación entre los cuerpos y fuerzas de seguridad, la administración de Justicia y las instituciones penitenciarias es fundamental para la protección de las víctimas de la violencia machista. Aunque la Policía Local ya llevaba desde el año 2002 trabajando en este asunto con la creación de la Unidad Alerta, posteriormente reconvertida en el Servicio 24 Horas de atención directa a las mujeres víctimas de violencia, el cuerpo municipal ha dado un salto importante con su integración en el programa VioGén, un sistema electrónico de seguimiento de las víctimas de la violencia de género que gestiona la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior.

Su entrada en noviembre de 2017 ha supuesto un paso importante para una mayor implicación de la Policía Local, aumentando las prestaciones que realizaban hasta la fecha. Para ello, cuenta con el grupo VioGén, que se encuentra integrado dentro del grupo Bravo. Formado por un oficial y tres agentes, se encarga de la atención a las víctimas y su seguimiento gracias a que esta patrulla trabaja de paisano.

El grupo policial dedicado a esta lacra trabaja en la actualidad con 48 casos

En la actualidad, maneja 48 casos de violencia machista calificados con riesgo no apreciado, bajo y medio, siendo responsabilidad de la Policía Nacional los casos de riesgo alto o extremo, aunque los patrulleros de la Policía Local también colaboran en las labores de protección de los hogares de las víctimas cuando el peligro es muy elevado, manteniéndose la vigilancia hasta que se consigue detener al agresor.

Al frente del grupo VioGén de la Policía Local está el oficial Alejandro Olmedo, que asegura que la entrada en el sistema de seguimiento integral exige “una mayor implicación” por parte de los agentes municipales, ya que “con el antiguo programa nos limitábamos a recoger la denuncia, acompañar a la víctima y ponerle en contacto con la Fundación Municipal de la Mujer a través de su criminóloga. Ahora, estamos con la víctima desde que presenta la denuncia, se le acompaña a los trámites judiciales y hacemos un seguimiento continuo de ella hasta que el riesgo es cero”.

Con la integración en este sistema informático, la Policía Local tiene acceso a los expedientes de las víctimas, los agresores y sus hijos, englobando las actuaciones policiales, las sentencias o las órdenes de alejamiento.

Todo el camino se inicia con la presentación de una denuncia por parte de la víctima en la Comisaría de la Policía Nacional, en donde ya se hace una primera valoración del riesgo, con la que se determina la asignación de la víctima a través del protocolo firmado entre los dos cuerpos de seguridad. Asimismo, con la sentencia en la mano que dictamina el juzgado se realiza una valoración policial de la evolución del riesgo. Esto se hace a través de un cuestionario estandarizado a nivel nacional, a partir del cual se determina la situación en la que se encuentra la víctima. Posteriormente, se van realizando nuevas evaluaciones para conocer el estado del caso. Así, con las mujeres que trabaja la Policía Local, las revisiones se realizan una vez al mes si el riesgo es medio y cada dos meses si el peligro es bajo o no apreciado.

En cuanto a la actuación policial, Olmedo cuenta que “una vez que se nos asigna la víctima, nos ponemos en contacto con ella, nos presentamos y le decimos que somos su servicio de protección, le damos una serie de recomendaciones de seguridad mientras ella está a la espera de juicio o mientras que se está dirimiendo en el juzgado si se le concede una orden de alejamiento, se le da un teléfono de emergencias y, normalmente, por protocolo, se le acompaña por primera vez al juzgado”.

Respecto a las actuaciones que realiza la Policía Local en función del protocolo al que se ha acogido, Olmedo relata que en los expedientes con riesgo medio“se suelen hacer vigilancias ocasionales a la víctima cuando entra y sale del trabajo, se le acompaña en todos los temas judiciales, administrativos y asistenciales, se contacta con el agresor e, incluso, se le hacen seguimientos para ver si cumple la orden de alejamiento”.

Una pata relevante en el trabajo con las víctimas de violencia machista es el servicio que se ofrece desde la Fundación Municipal de la Mujer. Para ello, Olmedo apunta que “se les pone en contacto para que reciban asistencia jurídica, asistencia de los Servicios Sociales si la necesitan e, incluso, asistencia psicológica si la requieren”.

Uno de los aspectos más importantes del trabajo de los agentes es el componente humano al tratar con las víctimas, ya que, indica el oficial, “hay que tener en cuenta su estado emocional”. Por ello, a la hora de tratar con ellas “hay que crear un vínculo para que consigan expresar todo lo que tienen que expresar”.

El oficial constata que la violencia de género es “un fenómeno transversal”, por lo que “cualquier mujer puede ser víctima”.

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