Cádiz

Un viaje organizado por la APC, en tierra

  • La expedición gaditana formada por 48 personas tenía previsto salir ayer desde Sevilla hacia París

Llevaban semanas soñando con París. Hablando de París. Ya se veían en el barrio Latino pertrechadas para el frío continental, con bufandas de colores y coquetas boinas. Las maletas ya estaban listas cuando los controladores se pusieron en pie de guerra. Saltaron las alarmas y las dudas. El viernes noche durmieron mal. Se temían lo peor, pese a lo cual, los 48 miembros de la excursión de la Asociación de la Prensa de Cádiz cogieron carretera y manta a las cuatro de la mañana. Autobús a Sevilla y a encomendarse a todos los santos. Dos horas de carretera en un frío amanecer para encontrarse con el caos. El aeropuerto sevillano era un hervidero de protestas, de colas, de dudas, de incertidumbre, de impotencia, de sueños rotos.

Varias compañeras de este mismo periódico que formaban parte de la expedición indicaban ayer tarde que apenas si pasaron una hora en Sevilla antes de darse cuenta que su viaje a París se había hecho añicos. Antes de que los controladores decidieran echar un pulso al Estado, su vuelo con la compañía Vueling debía haber despegado a eso de las siete y media de la mañana. Después, no hubo forma de meter a los miembros de este viaje de la APC en otro vuelo con destino a la capital francesa. "Nos dijeron que teniendo en cuenta que ya ayer (por el viernes) se habían suspendido vuelos a París, los primeros aviones que se iban a fletar y que saldrían por la tarde se iban a completar con esos pasajeros que llevaban horas esperando. A nosotros nos dijeron que hasta el domingo por la noche o el lunes sería imposible encontrarnos acomodo en alguno, sobre todo teniendo en cuenta que éramos 48 personas".

Los gaditanos confiesan que notaron poco personal dispuesto a resolver dudas, poca información y colas larguísimas. "Intentamos saber la mejor forma para poner la correspondiente reclamación, pero ni siquiera sabían si se podía hacer por internet. Era todo un poco caótico", cuentan.

Durante el tiempo de espera en el aeropuerto sevillano pudieron entablar conversación con una pareja francesa que viajaba hasta la capital de Italia. "Le encontraron dos sitios en un vuelo que salía inmediatamente, pero claro, no es lo mismo encontrar dos pasajes que 48", relatan.

Ahora tienen siete días para presentar la reclamación, que piensan hacer a través de la misma agencia de viajes. Ahora intentarán recuperar el dinero invertido, pero nadie podrá pagar la decepción.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios