Gaditanos de perfil

El 'Obispo' de las bodas civiles

  • José Blas Fernández, el concejal más veterano, se ve como profesional antes que como político. Presidente de honor de los graduados sociales de España, tuvo como socio en su primer despacho a un preso del franquismo.

En 1980 José Blas Fernández tomó posesión por primera vez como presidente de los graduados sociales de Cádiz.

En 1980 José Blas Fernández tomó posesión por primera vez como presidente de los graduados sociales de Cádiz. / d. C.

Es un personaje de los más conocidos en Cádiz, pero puede que su personalidad no sea tan reconocible. Con frecuencia, ha asumido el papel de malo de la película municipal. Y puede que eso haya ocultado a la persona que es realmente. Ante todo, se considera un currante que tiene cotizados a la Seguridad Social 19.836 días.

José Blas Fernández Sánchez (Cádiz, 1947) nació en una casa de la céntrica calle Doctor Dacarrete, cuatro meses después de la Explosión de Cádiz. Su padre, Saturnino Fernández, era un militar ceutí que perteneció a los Regulares. Su madre, María Teresa Sánchez, lo conoció en el Hospital Militar. El matrimonio tuvo tres hijos. Además de José Blas, nacieron Gumersindo (perito industrial ya jubilado) y María del Carmen (que estudió Derecho). Entre los primos de José Blas está Martín José García Sánchez.

Tras retirarse del Ejército, el padre de José Blas trabajó con su suegro que se dedicaba al negocio de chacinas. Más tarde pasó a una empresa consignataria de buques. Muy curiosa es la historia de su madre. María Teresa Sánchez obtuvo el número 1 en las oposiciones de Magisterio de 1936, todavía en la Segunda República. Pero el régimen de Franco suspendió aquellas oposiciones. La madre de José Blas trabajó en Telégrafos durante 40 años. Y cuando ya gobernaba Suárez, a finales de los 70, tomó posesión de su plaza de maestra en el colegio Jaime Balmes, de la calle Arbolí.

Tras estudiar con la señorita Oliveros, en la calle Feduchy, José Blas pasó al colegio de San Felipe Neri, primero en el casco antiguo, y después en Extramuros para el Bachillerato. En aquellos años juveniles completó su formación con los jesuitas. Perteneció a la Congregación de los Luises.

Se matriculó para perito electrónico. Pero pronto descubrió que no le gustaba. Así que estudió graduado social en Cádiz, con profesores muy conocidos, como Hipólito Hernández, Emilio de la Cruz, Alfredo Salvador y otros. Para los exámenes iban a la Universidad de Granada. Allí conoció a un alumno llamado Nicolás Flores Rueda, un preso político, que había sido factor de Renfe. Cumplía condena en la cárcel de Cádiz, por sus ideas republicanas.

Con este ex preso, montó José Blas su primer despacho profesional: Flores y Fernández. Años después, consiguió que Nicolás Flores fuera readmitido en Renfe, tras declararse nulo su despido por causas políticas. Fernández había abierto un paréntesis en su actividad como graduado social, ya que fue jefe de personal de Dragados y Construcciones en Cádiz. Hicieron obras como el Hospìtal Puerta del Mar y el Hospital de San Rafael, Los Delfines y otros pisos.

Su despacho empezó a funcionar en 1969 y todavía sigue. En 1971 fue cofundador del Colegio de Graduados Sociales de Cádiz y Ceuta. Fue secretario hasta 1980. Ese año fue elegido presidente, cargo que lleva desempeñando 36 años. También fue presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales de España desde 1998 a 2002. Este Consejo General le nombró presidente de honor en 2011.

En el recuerdo quedan sus polémicas con los abogados, por diversas cuestiones, como las competencias profesionales y el uso de la toga. Afirma que su intención ha sido dignificar siempre el papel de los graduados sociales. Al margen de ello, con unos presidentes del Colegio de Abogados ha tenido mejores relaciones que con otros. Con uno muy conocido, Gutiérrez Trueba, entró en la política.

En las elecciones municipales de 1983, Alianza Popular se coaligó con PDP y UL (donde se aglutinaban los restos de UCD) y buscaba a personas conocidas en Cádiz para acompañar a José Antonio Gutiérrez Trueba, que encabezó la lista. Obtuvieron 9 concejalías, frente a las 18 del PSOE.

Comenzaba una trayectoria que le ha llevado a estar más de 33 años como concejal. También fue diputado provincial desde 1991 a 2000. Permaneció 12 años en la oposición a Carlos Díaz, hasta que ganó Teófila Martínez en 1995. Desde entonces la acompañó durante los 20 años que ha permanecido el PP en el poder. En 2015 volvió a la oposición. Presidió como concejal más veterano el pleno en el que fue elegido alcalde José María González Santos.

Su labor como edil, en el gobierno municipal, se centró en las delegaciones de Economía, Hacienda y Personal. Siempre se ha considerado un profesional en la política, no un político profesional, por lo que ha permanecido dado de alta como autónomo y ejerciendo como graduado social.

Ha sido senador en representación de la provincia de Cádiz. En las legislaturas VII y VIII fue viceportavoz de Hacienda, Trabajo y Asuntos Sociales, además de vocal de Justicia. En la X legislatura (2011-2015) fue portavoz de Empleo y Seguridad Social y miembro de Justicia.

Su vinculación a la economía municipal le ha llevado a estar en los frentes más impopulares, como los impuestos y los presupuestos. Sin embargo, está satisfecho de su gestión. Recuerda que el Ayuntamiento, en esos 20 años, ha tenido un gasto muy importante en inversiones, con numerosas obras realizadas en la ciudad, sobre todo después del soterramiento. En cuanto a la deuda municipal, considera que era asumible y que se podía refinanciar para mantener los servicios sin degradarlos. Todo ello, a pesar de que desde 2008 el Ayuntamiento había recibido 42 millones de euros menos del Gobierno de Zapatero, lo que aumentó las dificultades.

José Blas pasó a ser más conocido como Pepe Blas. Lamenta que su actividad ha perjudicado a su familia. Se casó, en 1973, en la iglesia de Santiago, con Isabel Escobar Zampaña, en una boda concelebrada por los padres Manuel Mateos, José Miguel Abad y Feliciano Ruiz. Han tenido dos hijos. Isabel es médico y religiosa de las Esclavas destinada en Madrid, aunque antes fue misionera en Camerún. Su hijo José Blas es abogado y graduado social y trabaja en su despacho profesional. Le ha dado dos nietas, Julia y María.

Es muy conocida su actividad cofradiera. Ha estado en la Junta de Gobierno de Piedad más de 40 años, tras entrar con apenas 16. Fue consiliario, fiscal, mayordomo y vicehermano mayor con Ramón Domínguez Valero (al que considera su maestro). Como hermano mayor estuvo 16 años en diferentes periodos.

También perteneció a la Junta de Cofradías, como portavoz, cuando la presidía Emilio Bartús. Fue pregonero de la Semana Santa de Cádiz en 2012, el año del Bicentenario y la Magna, en el primer pregón al que asistió el obispo Rafael Zornoza.

José Blas (o Pepe Blas) ha hecho de casi todo. Durante un tiempo vendió máquinas de café. Y cuando era apenas un chaval trabajó como payaso junto a un amigo. Acudían a actos benéficos. Pero en una ocasión los contrataron para una actuación del Circo Ruso en Cádiz. Fueron anunciados como Johny y Blas. Cobró 500 pesetas y le regalaron 25 entradas.

En la política le han tocado actividades ingratas, hacer casi siempre un papel de malo. En su profesión y en su vida ha defendido sus derechos con rigor. Su talante socarrón y su preocupación por la justicia social a veces han pasado inadvertidos. Y, sin embargo, quizás ese sea el Pepe Blas más auténtico, el que mantiene un estilo aprendido de los jesuitas. Es un superviviente de mil y una batallas. Por eso se conoce bien casi todos los trucos de Cádiz.

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