Cádiz

"La tortilla no tenía mal sabor, pero estaba más líquida de lo normal"

  • La Policía Nacional comienza a tomar declaración a los afectados por la intoxicación alimentaria por salmonela en el Bar Grimaldi.

La Policía Nacional ha comenzado a tomar declaración a las personas que resultaron intoxicadas tras consumir bocadillos de tortilla que estaban contaminados con salmonela en el Bar Grimaldi, frente a la entrada trasera del Mercado Central de Abastos, durante el primer fin de semana de Carnaval.

Las pesquisas policiales están siendo dirigidas desde el Juzgado de Instrucción número 2 de Cádiz, el encargado de la investigación de este caso, por el que ya declaró hace una semana como testigo el propietario del céntrico establecimiento hostelero gaditano.

Desde el cuerpo nacional se ha comenzado a citar durante esta semana a todas las personas que resultaron afectadas por el consumo de la tortilla. Al estar todavía muchas de ellas recuperándose de los efectos de la salmonela, de momento solo doce han podido pasar por la Comisaría, tal y como confirmaron ayer fuentes de la Policía Nacional, por lo que se espera que durante la próxima semana continúe el goteo de declaraciones sobre una intoxicación que alcanzó a 114 personas.

La experiencia ha sido bastante traumática para los intoxicados por la salmonelosis, ya que la recuperación de las dolencias ocasionadas está siendo lenta. Uno de ellos es Antonio Fernández-Repeto, que compartió un bocadillo de tortilla de dicho restaurante junto con su pareja.

Fernández-Repeto relató que "el sábado al mediodía estábamos escuchando la Batalla de Coplas y tomamos sobre las dos y media o tres de la tarde un bocadillo en la barra que habían situado en la calle". En principio, tanto Antonio como su esposa no notaron nada raro al probar los alimentos, aunque sí en su estado. "La tortilla no tenía unas condiciones de las más idóneas. No tenía mal sabor, pero estaba más líquida de lo normal. No tenía mal olor. Si lo hubiera tenido, no la habría consumido".

La pareja siguió disfrutando tranquilamente de la fiesta en la calle hasta que sufrieron los primeros síntomas por la noche. "Yo empecé a las nueve y media de noche y mi mujer a las diez. Yo tuve diarrea y mi mujer diarrea y vómitos. A las cinco de la mañana, llamamos al 061 y nos llevaron al Puerta del Mar. Estuvimos hasta las seis y pico y nos dieron el primer tratamiento de hidratación con el gotero y Primperan", contó Antonio.

Durante el domingo los síntomas fueron los mismos hasta que al mediodía del lunes, según comentó Fernández-Repeto, "nos llamaron del hospital para ver cómo nos encontrábamos y nos dijeron que volviéramos". Una vez allí, y tras hacerse las pruebas oportunas, Antonio quedó ingresado en el centro sanitario durante cuatro días, mientras que su pareja sí se pudo marchar a su hogar.

Fernández-Repeto quiso agradecer el trabajo realizado por el equipo de Urgencias del Puerta del Mar. "Incluso, hubo personal que estaba libre de servicio que se incorporó por la magnitud del problema, ya que se unieron la gente que hay un día en Urgencias con los intoxicados por la tortilla". A pesar de todos los daños sufridos, no piensa presentar una denuncia sobre lo sucedido.

Antonio todavía no ha acudido a la citación de la Policía Nacional. Quien sí lo ha hecho es Patricia Roldán, que ayer ofreció un testimonio parecido a Radio Cádiz de la Cadena Ser. Además de su intención de denunciar los hechos, añadió su parecer sobre el estado en el que estaba el local. "Fuimos al baño y, la verdad, es que se veía sucio y desordenado pero nos pareció que era algo normal en Carnaval", dijo a la emisora.

En otro orden de cosas, ya han sido dadas de alta las dos últimas personas que seguían ingresadas en el hospital Puerta del Mar.

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