Una espectacular manga marina que acabó transformándose en tornado y que llegó a levantar a su paso varias embarcaciones a vela en el Centro Náutico Elcano sorprendió el pasado miércoles a quienes pudieron verla desplazarse desde el través de la playa de Cortadura hasta la canal del saco de la Bahía de Cádiz.

Pero, ¿son frecuentes en esta zona? ¿por qué se producen? ¿qué velocidad llegan a alcanzar estos torbellinos? ¿es lo mismo una manga o tromba marina que un tornado? ¿se dan más ahora que en otras estaciones del año? A todas estas preguntas nos responde Manuel Salguero, geógrafo y Máster en Geofísica y Meteorología y en Sistemas de Información Geográfica.

“Este fenómeno, que a muchos sorprendió, es más habitual de lo que solemos pensar, ya que el Golfo de Cádiz, bajo determinadas situaciones, es una zona favorable para la formación de mangas marinas”, explica Manuel al otro lado del teléfono. “La manga o tromba marina es un vórtice [un torbellino o remolino de aire] que surge de lo que conocemos como ‘nube embudo’ y consigue tocar la superficie del agua, descolgándose de una nube cumuliforme”. Son esas con aspecto de algodón.

“La responsable de este fenómeno, como de la lluvia y de la fuerte tormenta que tuvimos en Cádiz la noche anterior es una Borrasca Fría Aislada (BFA) que se descuelga de la corriente general y se sitúa frente a las costas portuguesas. Desde esa posición, nos envió diversos frentes y líneas de inestabilidad dando lugar a un tiempo inestable”, explica el meteorólogo gaditano.

“En esta ocasión, la manga marina tuvo lugar en torno a las tres de la tarde. Se pudo visualizar fácilmente debido a su gran dimensión y comprobar cómo se acercaba a la playa, atravesaba el istmo que une Cádiz con San Fernando y se adentraba en el saco de la Bahía, rozando el extremo sur de la ciudad de Cádiz. Una vez que penetró en la Bahía fue perdiendo fuerza hasta desaparecer. Dio la casualidad de que pasó por el Observatorio de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Cádiz y se pudieron obtener datos del fenómeno”, aclara Manuel.

“En el momento el que llegó a la garita meteorológica, la manga marina alcanzó una racha máxima de 139 kilómetros por hora –asegura– , pero posiblemente antes habría conseguido una velocidad superior. El barógrafo, que mide la presión atmosférica, reflejó un descenso inmediato de 6 hectopascales (hPa)”.

“Las mangas marinas pueden llegar puntualmente a rachas superiores a 200 km/h –apunta Manuel– Para que nos hagamos una idea de la fuerza que alcanzó el viento, simplemente debemos compararlo con una racha en un día de fuerte levante, que puede rondar los 80 o 90 km/h”.

Eso es lo que sucede en el núcleo del torbellino. Otra cosa es su velocidad de desplazamiento. “A falta de validación, a día de hoy, parece ser que oscilaba entre 15 y 20 km/h y recorrió unos 3 o 4 kilómetros en dirección sur-norte. Normalmente no suelen superar los 10 kilómetros de recorrido, ya que, por lo general, pierden fuerza cuando tocan tierra”. Y es precisamente cuando tocan tierra cuando se las denomina tornados, aclara el meteorólogo.

“Tanto el observatorio de la AEMET, como diversos barcos que estaban atracados en el puerto deportivo Elcano sufrieron daños. Si la manga marina o tornado (una vez que toca tierra) se hubiera producido unos metros más al norte, hubiera impactado en la ciudad, lo que hubiera producido posiblemente más daños y más graves”, analiza Manuel.