Las previsiones meteorológicas auguraban que la madrugada de ayer iba a ser complicada por las altas probabilidades de precipitaciones que había. Por esta vez, las predicciones no fallaron y varias zonas del centro de Cádiz sufrieron inundaciones. Hasta las 12 horas, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, cayeron 31.5 mm de lluvia. Una cantidad considerable que quedó concentrada especialmente entre las 5 y las 11 horas.

Durante la mañana, los efectivos del parque de la capital gaditana del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz participaron en 14 intervenciones. Las principales se concentraron entre las nueve y las diez de la mañana, ya que tuvieron que realizar achiques de agua en las calles San José y Cristóbal Colón y en las avenidas del Puerto, Campo del Sur y Ramón de Carranza.

Una de las zonas en las que suele haber inundaciones cuando se producen fuertes temporales de lluvia y viento es la confluencia entre las calles Nueva, San Francisco y Cristóbal Colón. En esta última vía, uno de los establecimientos que se vio anegado de agua fue la Tasquita Joselito. Susi Álvarez explicó que el negocio "estaba hasta los topes de agua porque, aparte del agua que ha entrado, nos ha salido por los servicios al estar la marea llena".

Ante esto, Álvarez relató sobre la situación del entorno de esta cervecería que "todos los locales del alrededor estaban de agua hasta arriba. En el mío llegaba hasta las rodillas".

La unión de las aguas fecales con la de lluvia ha provocado que, según Álvarez, lo que más se dañó fue "el suelo de parquet, que lo voy a tener que poner entero nuevo", aunque "lo peor ha sido los excrementos que han entrado". No es la primera vez que tiene que cambiar el piso, ya que este establecimiento se ha inundado en varias ocasiones. Aun así, es el único desperfecto que tuvo el negocio, ya que el agua no alcanzó a la maquinaria "al haber un escalón alto a la entrada del mostrador".

Un lugar en el que los efectos del temporal se pudieron constatar fue en la playa de la Victoria. En este caso, por la acción de la marea en la arena. Desde hace bastante tiempo, en el entorno del colegio de San Felipe Neri se puede contemplar el enorme escalón que existe en la arena. Ayer, éste se pronunció, quedándose a escasos metros del chiringuito Sotavento. Antonio Pascua, uno de sus camareros, señaló que "antes lo teníamos a unos 15 metros, pero es que la distancia se ha reducido a tres metros. Estamos un poquito acojonados por lo que pueda pasar. El socavón tiene un metro y medio donde estamos nosotros, pero en dirección al centro puede llegar a tener dos metros".

Para Pascua, este inconveniente llega tras la regeneración de la arena que se hizo el pasado año. "Este año no han querido hacerlo y el mar se ha llevado toda la arena. Esto es perjudicial para el negocio", recalcó. A pesar del mal día, sí apuntó que "algún valiente ha venido al chiringuito. Todo el mundo nos preguntaba si esto era normal y algún temeroso nos cuestionaba si teníamos miedo".

Un barrio que tiene un mal recuerdo por las inundaciones es el de la Viña tras las que se registraron en 2008. La lluvia se notó en calles como José Cubiles, Corralón de los Carros o Patrocinio. En los Callejones, en la cafetería Riancho, el agua entró hasta dentro del salón. "Hemos estado siete personas recogiendo agua, pero la maquinaria no se ha visto afectada. El agua llegaba hasta los tobillos", contó una de las camareras. Por esto, esta pastelería y despacho de pan no pudo atender con normalidad a sus clientes hasta las dos de la tarde, una vez que ya se había podido limpiar todo el establecimiento y se había vaciado de agua.