Una intensa tromba de agua sorprendió ayer a la ciudad a primera hora de la noche, tras una jornada alejada de la inestabilidad que se preveía inicialmente.

La intensidad de la lluvia que empezó a caer sobre las diez de la noche fue tal, acompañada por una fuerte tormenta con aparato eléctrico, que rápidamente quedaron anegadas varias calles y avenidas de la capital, especialmente en el casco histórico, donde el paseo de Canalejas se transformó en una laguna, especialmente en la zona más cercana a la Diputación Provincial.

Vídeo: Ana Cabrera

Los sumideros de numerosas calles resultaron insuficientes para absorber el agua que caía sin parar, con una lluvia persistente e intensa que aún se mantenía al cierre de esta edición. Así, el viario más cercano a San Antonio, calles del barrio de la Viña y otras zonas de la ciudad se cubrieron rápidamente de agua de lluvia que, según algunos vecinos, también comenzaba a afectar a algunos locales comerciales, aunque desde la Policía Local se indicaba que no se habían producido, a la hora de elaborar esta información, incidentes entre el vecindario. Igualmente se produjeron cortes puntuales en el suministro eléctrico en algunas vías. Los bomberos intensificaron los trabajos de achique, que también llegaron a diversos puntos de Puerta de Tierra.