No son uno ni dos. Ni se trata de dos cartones y una bolsa con pertenencias, sino de auténticas casas sin paredes ni techos. Cádiz tiene ante sí un grave problema con los asentamientos de personas sin hogar, problema que va en aumento y que los recientes sucesos en la pérgola de Santa Bárbara han sacado nuevamente a la luz.

La orden de Urbanismo de desalojar a las personas que vivían -literalmente- en la pérgola de Santa Bárbara ha servido para garantizar la ausencia de nuevos incidentes en esta polémica infraestructura que ahora necesita una rehabilitación; pero no ha resuelto, ni de lejos, el problema de esas personas que al ser desalojadas de allí han buscado nuevos espacios donde asentarse. Desnudar a un santo para vestir a otro, que dice el refranero.

El paseo Carlos III se ha convertido en los últimos días en el nuevo foco de asentamientos de personas sin hogar en la ciudad, como antes lo eran los bajos de la pérgola o antes y después del confinamiento lo son los glacis de las Puertas de Tierra. Carros de bebé, maletas, bolsas, cartones, sillas, cojines, tiendas de campaña… Todo tipo de objetos y artículos ‘florecen’ mañana, tarde y noche junto a los jardines y pasillos enlosados del paseo que separa el Parque Genovés y la Alameda.

Esta situación parece normalizada mientras la oposición reclama la convocatoria de la mesa de personas sin hogar creada por el Ayuntamiento e incluso la celebración de un pleno extraordinario para abordar esta problemática que va en aumento en la ciudad pese a contar con un plan de inclusión social que supuestamente abarca hasta el próximo año. Y es que en los últimos tiempos vienen aumentando los puntos de asentamiento de personas sin hogar, que además ya no utilizan un espacio donde pasar la noche, sino que permanecen en el mismo punto las 24 horas del día sin que por el momento el Ayuntamiento ni ninguna otra administración haya sabido poner solución.

Desde el Consistorio, la única medida se limita a desalojar los bajos del Balneario de La Palma, en la playa de la Caleta, cuando se acerca la temporada de verano; y a la decisión adoptada hace semanas por Urbanismo de desalojar a las personas sin hogar de la pérgola de Santa Bárbara ante el peligro de nuevos incendios o desprendimiento de zonas de la pérgola, además de los problemas de salud derivados de la presencia permanente de asentamientos sin unas mínimas condiciones de higiene.

Maletas y cajas de cartón en uno de los bancos del Paseo Carlos III

No obstante, a falta de otras medidas o soluciones, estos contados desalojos municipales no hacen sino provocar un cambio de ubicación de los asentamientos a otras zonas de la ciudad, como ha ocurrido en el Paseo de Carlos III. Sin el techo a cuestas, a la espera de soluciones.