La decisión del Ayuntamiento de Cádiz de congelar las tarifas del autobús para el año 2010, a excepción del billete ordinario, que subirá dos céntimos y pasará a costar un euro, fue recibida con disparidad de criterio por la clase política y los representantes de asociaciones ciudadanas. Curiosamente, quien más benévolo se mostró con la medida fue Rafael Román, portavoz del grupo municipal socialista, mientras que Jesús Yesa, secretario general de Facua; y Sebastián Terrada, concejal de Izquierda Unida, ofrecieron una visión mucho más crítica.

Este periódico informó en su edición dominical que el Consistorio había decidido no incrementar el próximo año el precio del bonobús ordinario, la tarjeta universitaria, el bonobús especial y el de mayores de 65 años. Esa congelación, pero que también abarcara al billete ordinario, es la que defendía Facua. "Vemos bien que se favorezca al usuario del bonobús -decía ayer Jesús Yesa-, pero no parece lógico que el criterio cambie anualmente". El dirigente de la federación de consumidores recuerda que el pasado año se produjo un incremento en el precio de bonobús y billete y se pregunta "qué ocurrirá en 2011".

Los dos céntimos que subirá el precio del billete ordinario, sin derecho a trasbordo, no parece un problema para la mayoría de los encuestados. "Sí lo es la política de movilidad que sigue el Ayuntamiento", advierte Yesa. "Si el objetivo es favorecer el transporte público, no entendemos las deficiencias que cada año aparecen en Semana Santa o Carnavales. Y menos aún que en Canalejas se ha privilegiado el uso del coche particular en vez de hacer una apuesta clara por los autobuses públicos, mejorando el servicio. Eso es verdaderamente lo que nos preocupa, más allá de la subida de dos céntimos".

Entre las asociaciones vecinales tampoco se pusieron de acuerdo. Enrique Carril, presidente de la AVV Murallas de San Carlos, indicaba en la mañana de ayer que "dos céntimos no afecta prácticamente nada. Ningún vecino del barrio se ha quejado, es más, creo que mucha gente dejaba los dos céntimos esos de propina con tal de no cargar con la calderilla". Carril se muestra satisfecho por la congelación del precio del bonobús. "Creo que es acertado y así se premia a las personas que más utilizan el servicio".

En el extremo opuesto se sitúa David Muñoz, presidente de la Asociación de Vecinos de Cortadura. "No entendemos cómo puede subir tanto y costar un euro un trayecto tan corto. En otras ciudades más grandes puedes hacer trasbordos pero aquí esa opción es casi inútil". No obstante, Muñoz sí que se congratuló de la congelación del bonobús y, sobre todo, de la medida de la tarjeta gratuita para los mayores con rentas bajas.

Hay que recordar que el Ayuntamiento ha decidido absorber la subida del IVA, que a partir del 1 de julio pasará del 16 al 18%, en el precio de todas las modalidades salvo en el billete ordinario. Santiago Posada, concejal de Transportes, estima que las nuevas medidas supondrán un coste de unos dos millones de euros al Consistorio, que de esta forma cubrirá el posible déficit de explotación de la empresa concesionaria.