Al Paseo de Canalejas se le podría aplicar lo de la canción de Sabina ‘Tan joven y tan viejo’. Hace apenas un mes que se han acabado las obras de esta zona de la ciudad y parece que se le han echado los años encima. No es que el pavimento esté viejo, ya que sólo lleva un mes en servicio, pero la limpieza en la zona deja mucho que desear. El viernes por la mañana, por ejemplo, había una especie de barro que tapaba toda la solería y en las que había huellas de todo tipo, desde zapatos a vehículos que estaban cuidando por allí los jardines.

Esa mugre es como si hubiese penetrado en las losas del nuevo Paseo de Canalejas, lo que le da a la zona un aspecto pésimo, en un lugar que concentra a muchos turistas, ya que en una parte de este paseo que pertenece a la Avenida 4 de Diciembre de 1977, se encuentra la oficina de turismo.

Uno de los elementos más curiosos es que cuando se abrió de nuevo al público el paseo interior, se dijo que se había demolido la solería de terrazo bicolor en forma de ondas y se sustituyó por otra con materiales que proporcionan “una mayor durabilidad”. Sin embargo, en apenas un mes la solería da una sensación de envejecimiento.

Ya en el año 2015, el Ayuntamiento ejecutó la primera parte de estos trabajos, que abarcaron desde el Centro de Recepción de Turistas hacia la plaza de las Tortugas. Y esta última actuación ha completado el resto de obras de pavimentación. En concreto, ha abarcado el tramo que va desde la plaza de San Juan de Dios hasta el quiosco turístico, y ello siguiendo el diseño que se empleó en la primera fase para que este paseo sea uniforme. De momento, el aspecto no es muy presentable.