A pesar de que algunos jardines de la ciudad presentan un color amarronado, las plantas están en buenas condiciones. Así lo asegura el equipo de gobierno del Ayuntamiento que explica que, de hecho, durante el invierno prácticamente no se riegan las zonas verdes, pues la humedad propia de la zona y el rocío de la madrugada son suficientes para que la vegetación subsista. Es más, añaden, si las regasen, destrozarían las raíces por exceso de agua. Y el color marrón, aseguran, corresponde al gramón, una variedad de césped que aunque presente ese aspecto está en buen estado y que es preferible no regar para no afectar al resto de plantas de los jardines.

Ahora, cuando mejoran las temperaturas si empiezan a utilizarse los sistemas de riego pero el tiempo se limita a unos escasos cinco minutos y no más. Para ello se emplean los sistemas de riego automático que están implantados en el 50 por ciento de los espacios verdes de la capital gaditana. Según los casos el tipo de automatización es diferente. Puede ser por goteo, con difusores o con aspersores.

Con todo, el Ayuntamiento de Cádiz señala que no ha sido necesario adoptar ninguna medida de cara al ahorro de agua con motivo de la escasez de lluvias durante este otoño-invierno. Asimismo, por ahora tampoco se han previsto restricciones de líquido de cara a la primavera.