La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha dado a la Clínica San Rafael una semana de plazo para que se reúna con el comité de empresa y aborde el problema de las faldas. Esto es, para que se sienten a discutir y, preferiblemente, lleguen a un acuerdo sobre cuál debe ser el uniforme. Así lo explicó ayer la representante de las trabajadoras, Adela Sastre, después de la entrevista que tanto el comité como la empresa mantuvieron con los inspectores. Sin embargo por su parte la Inspección Provincial de Trabajo no quiso dar detalles sobre el procedimiento que se está siguiendo mientras este no haya finalizado y exista un informe. Una resolución final que debe determinar si existe algún tipo de infracción de tipo laboral por parte de la empresa al retirar 30 euros del sueldo a las enfermeras que optaron por utilizar pantalón en lugar de falda.

La cuestión se abordará en primer lugar, como ha sugerido la Inspección de Trabajo y según explicó Sastre, desde el punto de vista de la prevención de riesgos laborales. De hecho, la empresa debe hacer una evaluación de riesgos que deberá negociarse con los sindicatos. Este será el punto del tema que se trate en la reunión que debe darse entre los trabajadores y la empresa Pascual. El argumento en este caso, evitar cualquier tipo de contagio por cortes u otro tipo de accidentes en las piernas.

Precisamente para evaluar la cuestión la Inspección ha abordado el asunto desde tres frentes, como también dio a conocer la presidente del comité de empresa. El primero, como ya se ha apuntado, debe verse si la falda del uniforme está en confrontación o no con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Por otro lado, se está estudiando si se produce discriminación y, por tanto, si existe incumplimiento de la Ley de Igualdad. Por último se está valorando el aspecto económico, es decir, la legalidad de la sanción realizada a las trabajadoras que se negaron a llevar falda y en lugar de su uniforme utilizaron el pijama que llevan sus compañeros masculinos.

Colegio de enfermería

El presidente de Enfermería de Cádiz, que hasta el momento no había realizado ningún tipo de declaración, se pronunció ayer en referencia al polémico tema de los uniformes. Rafael Campos entiende que situaciones como estas "pretenden por un lado conseguir una determinada imagen que no tiene que ver con la profesión de las enfermeras sino con el hecho de ser mujer. Y por otro lado reafirman precisamente un estereotipo ligado a una imagen de las mujeres enfermeras como profesión. Coexiste por tanto una doble discriminación ser mujer y ser enfermera". Es más, el presidente del Colegio, como especifica en un escrito, entiende que esta es una buena oportunidad para que "los responsables públicos que se jactan de promover la igualdad lo hagan con el ejemplo e impidan y corrijan estas situaciones", una cuestión para la que entiende se da "una ocasión de oro" y además es una obligación".