Una de las incógnitas del PP en la provincia ya está despejada. Antonio Saldaña va a ser el próximo candidato a la Alcaldía de Jerez en sustitución de María José García Pelayo. La jerezana también fue alcaldesa en su ciudad pero ni de lejos llegó a alcanzar el poderío de Teófila Martínez, que con sus mayorías aplastantes hizo de la capital gaditana uno de los principales bastiones del PP a nivel municipal en los últimos 20 años. Se acerca el día D o mejor el día T, el de Teófila, el de obtener la respuesta a una pregunta que se le viene haciendo casi desde el primer día que abandonó el sillón de San Juan de Dios. ¿Va a presentarse de nuevo a las elecciones?

Teófila Martínez, que tiene ya un montón de quinquenios encima, no ha dado por sus declaraciones la más mínima pista, al igual que sus más directos colaboradores, que sostienen que ni ellos mismos saben lo que va a hacer.

El secreto mejor guardado del PP pronto será descubierto porque el partido se había puesto marzo como fecha tope para decidir los candidatos en las principales poblaciones. Como si de una balanza se tratara, hay señales que indican que Teófila va a estar en la primera línea de salida para disputarle la Alcaldía a José María González principalmente en 2019 y otras que indican lo contrario. Vayamos a ellas.

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La agenda pública de Teófila Martínez parece que empieza a tomar un impulso en las últimas semanas. Su presencia se vuelve a hacer más visible para determinados temas que van por encima de la refriega del día a día municipal, que quedan en manos de Ignacio Romaní, que ejerce su papel de boxeador y de encajador de golpes. En estos años Martínez ha jugado públicamente más su papel como diputada que como concejal en la oposición pero eso está cambiando. Para el que pensara que se había esfumado del Ayuntamiento, el otro día el Pleno municipal le regaló una foto metafórica de lo que podría ser la batalla de las municipales de 2019, acompañando a una mujer que había protestado en el Pleno junto al actual alcalde.

Otra de las señales es que desde el PP se sigue pensando que el mejor cartel electoral que se tiene ahora mismo es el de Teófila Martínez, en parte también por culpa de ellos, que jamás se han preocupado lo más mínimo por promocionar un delfín. Todo lo que ha habido son intentos tímidos pero desde los populares siempre se trazó la estrategia del personalismo omnímodo.

En tiempos de polarización política y con la amenaza real de Ciudadanos de quitarle votos a puñados, desde el PP se puede pensar que entre su electorado fiel o próximo se puede vender que cualquier tiempo pasado fue mejor y que más vale volver a las manos de Teófila que seguir en manos de la supuesta ineficacia de Podemos.

Y la última es que sería más fácil dar el relevo a un o una delfín con menos traumatismo desde la silla de San Juan de Dios que desde la oposición.

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No hay que olvidar un dato. En las elecciones de 2015 los gaditanos a la que más votaron fue a la lista del Partido Popular encabezada por Teófila Martínez, pero es no puede esconder que esta formación pasó de los 17 concejales a los 10. Esto quiere decir que bien sea porque la ola de los partidos como Podemos estaba en la cresta o porque ya consideraban que el modelo de ciudad del Partido Popular se encontraba agotado, hubo muchísima gente que dejó de votar al valor seguro electoral que había sido siempre Teófila. Recuperar el camino contrario puede ser un poco complicado.

Otro de los asuntos es que en un tiempo en el que las mayorías están muy lejos de alcanzarse, el PP tendría que arañar los concejales que pudiera para después aliarse a Ciudadanos y tratar de tener la mayoría absoluta. Gobernar en solitario sería una quimera y para ellos supondría un nuevo escenario. También hay que tener en cuenta en estos casos la política nacional, y ahora no corren buenos tiempos para el PP a priori.

Por otra parte, en una formación con una disciplina férrea u poco dado a los chascarrillos, hay gente con importante relevancia dentro del PP que mantienen claro el discurso de que Teófila Martínez se ha ganado el derecho a decidir su futuro, pero a la vez sostienen que no es una buena idea que repita.

En lo que se refiere a la edad. Martínez siempre ha defendido que Carmena ha llegado a la alcaldía con más edad que ella y que, por lo tanto, eso no es un argumento.